La
Encuesta de Población Activa (EPA) arroja
datos positivos para la sanidad española, que sigue su tendencia positiva. Así, según los datos publicados en el
Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año
2018 los
trabajadores en actividades sanitarias y de servicios sociales han aumentado en
49.900 empleos, pasando de los 1.564.900 a los 1.614.800. Sin embargo, hay una
bajada en en número de trabajadoras sanitarias en activo de entre
30 y 40 años. En este rango se han perdido 7.600 empleos, pasando de los 301.700 empleos a los 294.100.
La
cifra total de mujeres trabajando en actividades sanitarias durante el 2018 ha aumentado de las 1.219.000 ocupadas al 1.241.000, lo que supone
22.000 mujeres más en activo. Para las mujeres con edades comprendidas entre los
25 y los 29, la tendencia ha sido mayor que a otras edades. Aquí, se han pasado de los 113.200 empleos a los 117.700, un total de
1.500 mujeres más. A partir de los 65, la tendencia empieza a ser a la baja, perdiendo mujeres en activo.
Menos hombres en sanidad
El aumento en el
caso de los hombres es algo menor, pasando de los 345.900 trabajadores en activo en actividades sanitarias a los 373.800, con un
aumento de 18.900 empleados. Al contrario de lo que les ha ocurrido a sus compañeras de profesión, el número de empleados ha pasado de los 70.900 a los 88.600, subiendo 17.700, para los hombres de entre 30 y 39 años.
En su caso, la tendencia a la baja comienza bastante antes, a partir de los 50. La cifra de
hombres en activo entre los
50 y los 59 años se ha reducido en
1.000 empleados. En la franja de edad de los
60 a los 64, se ha pasado de los 39.400 a los 37.200,
perdiendo a 2.200 trabajadores.
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