El
Ministerio de Sanidad propone incluir factores biopsicosociales como
la identidad de género y la clase social entre los datos que figuren en la
Historia de Salud Digital (HSD) de cara a evitar desigualdades en la atención a la población. En una guía, financiada con fondos europeos NextGenerationU a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se recomienda aplicar este enfoque en la recopilación y consulta de datos clínicos para contextualizar y “poder entender bien” el estado de salud de una persona o de una comunidad.
En el documento se destaca que
la salud es “un proceso complejo fuertemente condicionado por las circunstancias en las que las personas viven, conviven y trabajan”, además de por “el contexto socioeconómico, político y ambiental”. La
mirada biopsicosocial en la asistencia sanitaria se considera clave para poder alcanzar esa concepción holística del trabajo de los profesionales sanitarios, más allá del camino que se siga hacia la
interoperabilidad total de la Historia Clínica.
“Incluir en la HSD los condicionantes sociales de la persona y de su contexto familiar facilita este abordaje, de manera que los equipos profesionales puedan conocer y tener en cuenta las condiciones de vida de la persona a la hora de hacer un diagnóstico, una recomendación, un seguimiento o una propuesta de manejo, de cuidados o de acción comunitaria, que deberán ser consensuados, haciendo partícipes a las personas en la
toma de decisiones sobre su propia salud”, reza la guía.
Qué otros condicionantes sociales incluir en la Historia Clínica
Además de la identidad de género y la clase social, Sanidad propone que en la HSD se introduzcan, entre estos condicionantes sociales,
la edad, el sexo, la orientación sexual, las posibles condiciones de migración y origen extranjero, el territorio y la discapacidad y dependencia. Por otro lado, la guía contiene una propuesta de cuestionario para que los usuarios puedan aportar dichos datos.
En este sentido, se afirma que
no se debe registrar la etnia o pertenencia a grupo minoritario, ni datos o circunstancias que puedan exponer a la persona a prejuicios y visiones preconcebidas. También se considera importante incluir sólo aquellos datos acordados y consensuados con la persona atendida.
Además, se ha de
consensuar con el usuario quién podría visualizar la información recogida en la HSD: si sólo su médico de Familiar y Comunitaria o su pediatra, o sólo su enfermero de Familiar y Comunitaria o de referencia, o ambos, o cualquier profesional sanitario o no sanitario de Atención Primaria.
Transversalidad sanitaria en un trabajo multidisciplinar
La guía
Condicionantes sociales y del contexto familiar que sería recomendable incluir en la HSD es el fruto de un trabajo conjunto entre el Área de Promoción de la Salud y Equidad, el Grupo de Trabajo de Vigilancia de Equidad y los determinantes sociales de la salud, el Grupo de Trabajo de Salud Comunitaria, el Observatorio de Salud de las Mujeres y expertos de diversos departamentos con objetivos coincidentes, como el grupo coordinador de la Historia Social Sanitaria en la Estrategia de Salud Digital, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) y la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos Lgtbi del Ministerio de Igualdad.
La importancia de incluir los condicionantes sociales en la HSD ya se recoge en el
Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria, en el
Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, en la
Estrategia de Vigilancia en Salud Pública en el Sistema Nacional de Salud (SNS), en el proyecto de Real Decreto por el que se crea y se regula la
Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública y en la
Estrategia de Salud Digital del SNS.
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