Javier Barbado. Madrid
El sector de la salud ostenta el dudoso honor de tratarse del único que, en España, ha visto crecer su número de empresas en apuros, en concreto las relacionadas con la actividad sanitaria en general, la asistencia en establecimientos residenciales y las prestaciones de servicios sociales que no incluyen alojamiento del paciente, según se deduce de un informe publicado por la consultora Informa al que ha tenido acceso este periódico.
La sanidad, en efecto, ha registrado, en el primer trimestre del año, cinco procesos concursales más en empresas de su sector que llevan a cabo actividades como las descritas, lo que equivale a un crecimiento del 27,78 por ciento en esta variable con respecto a 2014, en tanto que el resto de los sectores han visto disminuir el número de entidades que entran en esa etapa a menudo previa a su disolución.
De estas disoluciones, el sector de la salud computó, en esos tres primeros meses, un aumento del 6,16 por ciento en relación con el año anterior (nueve más); por lo tanto, se trata del único que ha experimentado una subida, en lo que va de año, tanto en la suspensión de pagos como en la desaparición de empresas particulares.
En términos generales, sin embargo, las conclusiones del documento apuntan a un optimismo moderado, ya que, entre enero y marzo de 2015, los concursos de acreedores en España han bajado un 27,08 por ciento (a pesar de que hubo un ligero repunte en el mes de febrero), y, las disoluciones de las empresas también disminuyeron en el mismo periodo, para ser precisos un 12,34 por ciento, todo lo cual –concluyen los autores del estudio– confirma “la tendencia marcada en 2014 de reducción de concursos y disoluciones”.
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