El Ministerio de Sanidad ha publicado su
propuesta de modificación del Real Decreto 1343/2007, de 11 de octubre, que establece normas y especificaciones relativas al
sistema de calidad de los centros y servicios de transfusión. Se trata de adaptar el ordenamiento nacional a la Directiva europea 2016/1214 de la Comisión de 25 de julio de 2016, un trámite que todavía está pendiente hasta que no se apruebe y publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En concreto, es una incorporación de un nuevo párrafo al apartado I del artículo 3, para hacer referencia a las directrices de buenas prácticas contenidas en la "guía para la preparación, uso y control de calidad de los componentes sanguíneos", un "apéndice de la Recomendación nºR (95)15 del Comité de Ministros del Consejo de Europa, al objeto para
facilitar su correcta aplicación".
Desde Sanidad explican en este trámite de audiencia que previamente se ha cumplido con la consulta pública que se llevó a cabo del 15 de junio al 1 de julio y con la elaboración de los preceptivos dictámenes.
Sin repercusión económica
Después de analizar los informes, Sanidad expone que esta modificación del Real Decreto
no tendrá repercusión en los Presupuestos Generales del Estado ni en los de las comunidades autónomas, puesto que no tiene impacto económico. Además, no supone mayores cargas administrativas ni un aumento en las cargas de trabajo.
Según los plazos previstos, el proyecto está listo para ser aprobado por el Ejecutivo y entrará en
vigor al día siguiente de su publicación en el BOE.
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