Pasar de fase en una semana, como han solicitado algunas
comunidades autónomas y como el
ministro de Sanidad, Salvador Illa, insinuó que se iba a estudiar,
no es una buena idea para los que saben de esto, los especialistas en
Medicina Preventiva y Salud Pública. Así lo han confirmado a
Redacción Médica tanto la Sociedad Española de Medicina Preventiva ,Salud Pública e Higiene (
Sempsph), como la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (
Sespas).
-Sigue en directo las últimas noticias sobre la pandemia de coronavirus-
Rafael Ortí, presidente de la Sempsph argumenta que las "recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y el sentido común nos dicen que lo ideal es
evaluar cada 15 días las medidas de desescalada. Si pasadas esas dos semanas no se registra un incremento importante de contagios y hay buenos sistemas de seguimiento de casos, podría pasarse de fase".
Desde Sespas apuntan que "en el
plan vigente se plantean tres fases separadas por periodos de 14 dias. Cuando se llevó al Consejo Interterritorial del SNS, Sespas valoró que era una buena idea, pues
entre que una persona se infecta y se diagnostica (cuando se pone enferma, que no todas lo hacen) suelen pasar unos 10 dias. Por eso, los plazos de dos semanas permiten ver si tras un cambio emergen mas casos en algun territorio, y si fuera así adoptar acciones para revertirlo".
Por tanto, argumentan que "no es meramente una formula mecánica y vacía. Hay que ponerla en contexto. Para entrar en fase 1
hay que tener recuperado el sistema sanitario, y contar con un buen sistrema de deteccion precoz, diagnostico con pruebas, y seguimiento de los casos sospechosos, ademas de capaz de inventariar y investigar a los contactos cercanos de estos casos. Ademas todos estamos ahora siguiendo pautas de freno a la infeccion: mascarillas cuando podemos estar cerca de otros, lavado de manos al entrar y salir, higiene extrema de los espacios publicos, etc.".
Ortí solo abre una ventana a favor de poder pasar de fase en una semana, y es la
existencia de equipos de vigilancia epidemiológica muy bien dotados: "Si los sistemas fueran magníficos, podríamos desescalar con una semana de margen. Pero la realidad es que n
uestros sistemas de vigilancia no son los ideales. Se han
reforzado poco, están casi tan mal como en enero. Estamos a tiempo de mejorarlos con contrataciones en Salud Pública".
Prepararse para el otoño
El presidente de la Sempsph incide en la necesidad de prepararse para un posible rebrote en otoño. Es por ello que insiste en la idea de
formar a enfermeras especializadas en Atención Primaria para poder llevar a cabo el rastreo de casos.
También subraya que se debería centrar el trabajo de seguimiento epidemiológico en los profesionales de Salud Pública y no en los especialistas en Medicina de Familia. "Hay que descargar de trabajo a estos últimos para que
puedan dedicarse bien a su principal función, la atención sanitaria".
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.