La nueva
Estrategia de Vigilancia en Salud Pública (VSP), en la que trabajan las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad, contempla la
incorporación de "nuevos perfiles" en relación al avance tecnológico y estadístico que ha vivido está especialidad médica. Algo que ha sido muy bien recibido desde la
Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), quien condiciona el éxito de la red de vigilancia a una política de recursos humanos que cubra el déficit actual de especialistas y va un paso más allá que Sanidad al reclamar, además de un aumento de plazas MIR, el acceso de otras profesiones sanitarias a la formación especializada en Salud Pública.
“Lo primero es dar la posibilidad de contratar a otros profesionales. Lo segundo, es
aumentar el número de especialistas en Salud Pública y la variedad de profesionales sanitarios que pueden entrar a la formación MIR de la especialidad”, detalla Ildefonso Hernández, epidemiólogo y portavoz de Sespas.
El especialista tiene claro que se debe aumentar la variedad del cuerpo de especialistas en Salud Pública, y debe ser mediante la formación sanitaria especializada para que no acaben encasillados en laboratorios. "Tenemos que facilitar el acceso a
farmacéuticos, psicólogos, biólogos y bioquímicos para poder formar a especialistas en Salud Pública que cuenten con otras bases diferentes”, reivindica el portavoz de Sespas.
Actualmente, y según la Encuesta de capacidades organizativas de la Vigilancia y las Alertas en Salud Pública elaborada por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el perfil profesional de las personas que forman parte de los servicios de vigilancia está compuesto en su
mayoría por especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública y otras especialidades médicas como Medicina Familiar y Comunitaria, Microbiología y Parasitología Clínica. Además de profesionales de Enfermería, cuatro CCAA cuentan con personal de Veterinaria y Farmacia, y solo una región con profesionales de matemáticas y estadística.
Un déficit de profesionales actual y a futuro
Hernández tiene claro que se deben
aumentar el número de plazas MIR de cara a la próxima convocatoria y facilitar el acceso de profesionales no sanitarios por otras vías, ya que "no llega" con los especialistas actuales y, además, la edad media de la plantilla "es muy alta", por lo que en los próximos años habrá muchas jubilaciones.
Según la encuestas del CCAES, en 2021 el número de profesionales dedicados a la vigilancia en salud pública a nivel nacional es de una media de 1,2 profesionales por 100.000 habitantes, aunque aseguran que en cada comunidad autónoma es muy variable. De forma puntual, como refuerzo de la pandemia, se ha incrementado a
3,8 profesionales por 100.000 habitantes.
En base a estos datos, el especialista resalta que si se quiere aumentar el número de especialistas, a los profesionales de salud pública se les debe dar una capacidad en términos de
remuneración y carrera profesional que sea similar a otros profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS) porque si no tienen “drenaje”. “A un especialista si les das a optar entre el servicio sanitario asistencial o los centros de salud pública, el primero le ofrece mejor sueldo y esto es un desastre.
No podemos intentar reforzar la Salud Pública ofreciendo peores condiciones”, reivindica el portavoz de Sespas.
Otros perfiles extrasanitarios
Para Hernández es “lógico” que en Salud Pública se cuente con otros profesionales de diferente origen: “No solo hay que monitorizar cuanto covid hay si no cuanta gente puede usar los recursos. Una de las primeras líneas es la vigilancia de los condicionantes sociales de la salud”, asegura el portavoz, quien, además, recuerda que
sin prepuesto, personal y poder la red de vigilancia no será exitosa. "Las estructuras no hacen falta, solo es necesario contar con más personal", reivindica Hernández.
“Si se están siguiendo casos de tuberculosis y se tiene que dar una profilaxis, es habitual que esté un médico en la red de vigilancia, ya que hay que hacer una serie de acciones que corresponden al facultativo, pero
no es necesario que estemos manejando una base de datos”, reclama el portavoz de Sespas.
En ese sentido, el experto asegura que desde la especialidad “no ponen puertas al campo” y dan cabida a
nuevos perfiles que no son sanitarios. "En una red todo depende de cada extracto de la vigilancia, los más cercanos suelen ser médicos, pero después en el manejo de datos y producción de informes lo pueden hacer otros perfiles".
Por ello, a la especialidad les gustaría que, aunque no fuera vía MIR, en la estructura de la
red de vigilancia de salud pública hubiera cabida a
profesionales de justicia, economía, comunicación, estadística o política. “La Salud Pública es tan diversa que hay que ser flexibles y
no utilizar mecanismo de profesionalización decimonónico. Queremos que se permita contratar a otros perfiles que cuenten con formación previa en Salud Pública, como puede ser un Máster”, reivindica.
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