Rubén Moreno: “El sistema sanitario no acaba en nuestras fronteras”
Jesús Vicioso y Ricardo Martínez / Imagen: Miguel Fernández de Vega
El secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Rubén Moreno ha sido el encargado de inaugurar, junto al consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio Sáez Aguado, el VI Encuentro de Parlamentarios de Sanidad que organiza Sanitaria 2000, con la colaboración de Novartis y Chiesi. Moreno ha destacado que la responsabilidad sanitaria va más allá del aspecto más local, “puesto que está cambiando el paradigma y el sistema sanitario no acaba en nuestras fronteras”.
Por este motivo, ha pedido que exista otro tipo de relación entre los parlamentarios, “buscando la máxima colaboración y no solo la crítica” y ha expresado que la estructura “es antigua, porque repetimos las mismas preguntas y las mismas respuestas”.
El secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha asegurado que “hay problemas que exigen respuesta de Estado” y ha comentado alguno de los asuntos que han abordado según han llegado al ministerio, tales como la indicación enfermera, “algo que va salir adelante de manera inminente” y ha explicado que “el médico no debe desconfiar del enfermero”, por lo que ha pedido “sensatez, puesto que nunca debe ser un elemento de separación”.
Rubén Moreno, secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad.
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Respecto a las unidades de gestión clínica, ha incidido en que “hay que prestar los instrumentos para hacer las cosas mejor, ya que ha habido unidades de Cardiología que a través de su propia gestión han logrado un ahorro de más de un millón de euros en un año”, siempre preservando la calidad.
Por su parte, Sáez Aguado ha comentado que “la evolución del SNS ha tenido aspectos positivos” tras pasar un momento crítico, “porque los sistemas de salud no podían afrontar sus deudas y había un riesgo real para la viabilidad de la sanidad pública”. El consejero de Sanidad de Castilla y León ha reconocido que existen problemas “que no están bien resueltos desde la suficiencia, ni de la garantía de la incorporación de la innovación de la tecnología y de los medicamentos”.
Asimismo, Sáez Aguado ha hecho hincapié en que debe ser más explícita la cohesión y ha puesto como ejemplos tanto el sistema de formación, como el de trasplantes y ha lamentado que se haya interiorizado la idea de los recortes, “cuando en el ámbito sanitario no ha habido pasos atrás importantes, en cuanto a centros y prestaciones”.
Antonio Sáez Aguado, consejero de Sanidad de Castilla y León; Rubén Moreno, secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; y José María Pino, presidente de Sanitaria 2000.
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Encarnación Llinares, portavoz de Sanidad y Servicios Sociales del PSOE en el Senado; José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en el Congreso; José Vicente González, vicepresidente segundo de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales; y Gracia Fernández Moya, diputada del PSOE por Almería.
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José María Pino, Rubén Moreno y Antonio Sáez Aguado. Jesús Aguilar, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad en las Cortes de Castilla y León; y Carlos Moreno, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
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El senador Pedro Manuel Hernández; Concha Marzo, directora de Relaciones Institucionales y Market Access de Novartis España; Jesús Aguirre, portavoz de Sanidad del Grupo Popular en el Senado; y José María Pino, presidente de Sanitaria 2000.
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Dolors Querol, Carmen Basolas, Francisco del Moral y Francisco Martínez, del departamento de Relaciones Institucionales de Chiesi.
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En la imagen de la izquierda, José Martínez Olmos, portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Congreso; y Óscar López, director de Publicaciones de Sanitaria 2000. A la derecha, Mario Mingo, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, y Ana María Sánchez, exdirectora general de Cohesión del Sistema Nacional de Salud y Alta Inspección.
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En la primera imagen, Ricardo López, director general de Sanitaria 2000, junto con Caridad García, de Izquierda Unida, y Conxita Tarruella, portavoz de Sanidad y Servicios Sociales de CiU en el Congreso de los Diputados. A la derecha, Víctor Expósito, de la comisión ejecutiva de Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM); Teresa Angulo, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Congreso, y Domingo Antonio Sánchez Martínez, vicepresidente del CEEM.
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Txaro Sarasua, parlamentaria del Grupo Socialista del País Vasco; Carmelo Barrio, presidente de la Comisión de Sanidad del País Vasco; Juan Carlos Areizaga, letrado del Parlamento Vasco, y Laura Garrido, parlamentaria del Grupo Popular de la cámara vasca.
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Fernanda Ávila, del Grupo Mixto-Agrupación de Regionalista de Extremadura; Felisa Cepeda, presidenta de la Comisión de Salud y Política Sociosanitaria de Extremadura; y Francisca Rosa, portavoz de Salud y Política Sociosanitaria del Grupo Popular de Extremadura. A la derecha, Ana María Sánchez, exdirectora general de Cohesión del Sistema Nacional de Salud y Alta Inspección; Miguel Santalices, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad de Galicia; y María Teresa Cerdán, diputada por Vigo.
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El senador Pedro Manuel Hernández; Pilar Bartolomé, secretaria de Salud Laboral de CESM; y José Luis Sastre, senador por Ceuta. A la derecha, Vicente Baos, médico de AP; y José María Cepeda, enfermero.
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Sáez Aguado, Moreno y Pino, durante la inauguración de la cita, que tiene lugar en el Parador de Salamanca.
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Rubén Moreno, junto a Victoria Martínez, esposa de Agustín Rivero. A la derecha, Joaquín Estévez, presidente de Sedisa, José María Pino y Jon Aiartza, diputado del Grupo Nacionalista Vasco.
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Rivero: “No evaluamos lo suficiente los resultados de la introducción de la innovación farmacológica”
“No evaluamos lo suficiente los resultados de la introducción de la innovación farmacológica”. El director general de Cartera Básica de Servicios y Farmacia, Agustín Rivero, ha apostado por emplear nuevas herramientas para analizar el rendimiento de los primeros pasos de lo que llega al Sistema Nacional de Salud (SNS), y así lo ha explicado durante el ‘Tercer grado’ al que se ha sometido en el VI Encuentro Global de Parlamentarios de Sanidad, organizado por Sanitaria 2000 en colaboración con Novartis y Chiesi, y que ha estado moderado por Ricardo López, director general de Sanitaria 2000.
Ricardo López, director general de Sanitaria 2000; Agustín Rivero, director general de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia; Jesús Aguirre, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Senado; Conxita Tarruella, portavoz de CiU en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, y José Martínez Olmos, portavoz del Grupo Socialista en el mismo órgano.
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El portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Senado, Jesús Aguirre, y sus homónimos por el PSOE y CiU en el Congreso de los Diputados, José Martínez Olmos y Conxita Tarruella, respectivamente, han interrogado a Rivero sobre diversas cuestiones relacionadas con los nuevos horizontes en las relaciones entre la Administración sanitaria y las industrias farmacéutica y tecnología, y el debate de ideas y posturas ha servido de reflexión para los numerosos representantes públicos asistentes a la cita.
Rivero resume su 'Tercer grado'.
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Una de las principales tesis expuestas por el máximo responsable de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia del Ministerio de Sanidad ha sido que hay que avanzar en el ‘después’ de la llegada de medicamentos innovadores. Y precisamente porque España, tal y como ha asegurado Rivero en respuesta a una cuestión planteada por Martínez Olmos sobre cuál es su visión sobre la incorporación de la innovación, “se encuentra a la cabeza de los países europeos” en este asunto. El director general ha puesto el ejemplo de la inclusión del nuevo arsenal terapéutico contra la hepatitis C, donde España ya ha aprobado medicamentos que en gran parte del continente son esperados por los pacientes con el virus.
Rivero ha dejado claro que “las patentes no se pueden pisotear” y que, por tanto, hay que estudiar nuevos mecanismos, como el compartir riesgos con la industria, los techos de gasto y los precios por volumen. A este respecto, ha apuntado que la industria “se está dando cuenta” de que los sistemas sanitarios nacionales, no solo el español, sino el de todos los países, no pueden soportar precios excesivos, y ha recordado que la industria pide “estabilidad”, así que el establecimiento de un acuerdo con visos de prolongarse más o menos en el tiempo repercutirá, beneficiosamente en el sistema.
El dilema de la cohesión, sobre la mesa
Aguirre le ha preguntado a Rivero sobre la cohesión en el acceso de medicamentos, y su respuesta ha expuesto un ‘problema’, como que en las reuniones de los directores generales autonómicos con el Ministerio de sanidad se llegan a acuerdos, con todos los representantes “en la misma línea”, pero que luego las posiciones se tornan cuando “regresan” a sus respectivas comunidades. “Donde tienen sus respectivos jefes”, ha señalado para, acto seguido, abogar por una auténtica “coordinación como aspecto fundamental” para garantizar un asunto que exige la ciudadanía de todo el país.
López, Rivero y Aguirre, durante el 'Tercer grado' al que se ha sometido el director general.
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Tanto Tarruella como el senador popular han sacado a la palestra la legislación, aparcada, en cuanto a los bisimilares. “Deben regirse por su propia normativa, porque así lo exige la ley”, ha manifestado la diputada de CiU, quien, de igual manera, ha espetado que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) cuando autoriza un biosimilar “dice que no debe ser intercambiable y que deben tener su propia norma”. Rivero ha dicho que “no es una urgencia en este momento” y que próximamente, entre 2016 y 2017, se acabarán algunas patentes, al tiempo que ha asegurado que el ministerio trabaja en el asunto.
La central de compras “progresa”
Entre otros asuntos, el director general ha reconocido que su departamento tiene preparada la cartera de ortoprotésicos y que si en un breve plazo de tiempo no se llega a un acuerdo con la industria, se fijarán precios máximos, de manera que haya un catálogo oficial para que sea utilizado por los rehabilitadores y éstos puedan señalar cuáles son los artículos más adecuados.
Los portavoces del PSOE y CiU en la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja, Olmos y Tarruella, respectivamente.
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Finalmente, se ha tratado, de manera breve, la central de compras, a propósito de una pregunta lanzada por Aguirre. Rivero ha afirmado que “progresa adecuadamente” y que ha funcionado en asuntos como en la compra de vacunas, por lo que espera que se sumen el resto de comunidades que todavía no están en este mecanismo.
La sanidad tiene ‘mucho trabajo por hacer’ en las redes sociales
Dos profesionales sanitarios expertos en el uso de las nuevas tecnologías y dos políticos ‘tuiteros’ han analizado el papel que tienen las redes sociales en el ámbito de la sanidad y la conclusión a la que han llegado es clara: se están dando pasos, cada vez más reseñables, pero todavía hay mucho trabajo por hacer. Así lo han manifestado en una tertulia durante la sexta edición del Encuentro Global de Parlamentarios de la Sanidad, que se celebra en Salamanca, organizado por Sanitaria 2000 en colaboración con Novartis y Chiesi.
José María Alonso, diputado popular cántabro; José María Cepeda, enfermero; Iñaki Moreno, responsable de Medios Sociales de Sanitaria 2000; Gracia Fernández, diputada socialista por Almería, y Vicente Baos, médico de Familia.
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Una de las principales carencias evidenciadas por los participantes ha sido que las Administraciones sanitarias van a un ritmo distinto, casi siempre por detrás, de la evolución de la ciudadanía, sobre todo de la más joven, en esta área. “Hay administraciones que están entendiendo los cambios que se están produciendo, mientras que otras no se enteran muy bien y van a rebufo”, ha manifestado José María Cepeda, enfermero vallisoletano e influyente bloguero, durante la mesa moderada por Iñaki Moreno, responsable de Medios Sociales de Sanitaria 2000.
Moreno da las claves de la tertulia.
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“Las redes en salud son una realidad. No podemos darle la espalda ni estar en otra realidad”, ha expresado la diputada socialista por Almería Gracia Fernández, quien ha abogado por usar las redes sociales como “complemento” a la información habitual.
La parlamentaria ha puesto sobre la mesa una interesante propuesta, emulando la práctica existente en algunos hospitales en los que había profesionales que se “apuntaban” para hacer consultas telefónicas, y que ahora lo podrían hacer, pero para consultas “electrónicas”. También ha puesto ejemplos reales de prolongación de actividades físicas en la Red, como iniciativas puestas en marcha por la Escuela Andaluza de Pacientes, que mantienen su vínculo digital.
Pero dar el salto definitivo a los medios sociales y a las herramientas tecnológicas más vanguardistas ciertamente no es fácil, y el diputado popular cántabro José María Alonso ha reconocido que “la formación es clave”, y que, sin embargo, no todo el mundo sanitario tiene las nociones suficientes. “Aunque la Administración se está poniendo al día, poco a poco”, ha destacado Alonso, quien ha también ha puesto un ejemplo novedoso, como el del seguimiento de heridas a través del popular programa de mensajería Whatsapp. “Los profesionales se pueden beneficiar del uso de herramientas alternativas para intercambiar información entre médicos y con los pacientes”, ha afirmado, al respecto, Cepeda.
Agilidad, inversión y creatividad, las recetas
El médico de Familia y también bloguero Vicente Baos ha lanzado varios ‘avisos a navegantes’, y entre ellos al departamento dirigido por Alfonso Alonso en cuanto a su uso de la red de los 140 caracteres. “La cuenta de Twitter del Ministerio de Sanidad es ridícula. Solo interesa a los periodistas”, ha criticado, a lo que, a renglón seguido, Iñaki Moreno ha apuntado una exitosa cuenta de la propia institucional, la de la Policía Nacional, que se ha convertido en todo un referente mundial. “Una administración que no sea ágil en la disposición de todos los profesionales de todas las capacidades que hoy es una administración torpe, sobre todo aquella que limita al profesional en la consulta el acceso a ciertas páginas de internet”, ha aseverado, al tiempo que ha pedido una profunda reflexión en torno a estas cuestiones.
Cepeda, Alonso, Fernández y Baos, durante su intervención.
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“Cualquier profesional sanitario que viva ajeno a la utilización de redes como fuente de información y comunicación está obsoleto y ‘prejubilable’. Hoy en día es intolerable, es como si todavía usásemos la máquina de escribir”, ha expuesto Baos, junto a tres recetas a seguir: “Agilidad, inversión y creatividad”, reglas básicas para engancharse a un carro que ya no tiene vuelta atrás.
Faisem, ejemplo de lucha contra la estigmatización
Andalucía cuenta con un instrumento específico para el desarrollo de programas de apoyo social a personas con discapacidades derivadas de padecer trastornos mentales graves desde 1993. Marcelino López, director de programas, Evaluación e Investigación de la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (Faisem) ha analizado la evolución de esta organización como ejemplo sociosanitario innovador.
La atención a personas con discapacidades derivadas de padecer trastornos mentales graves exige entre otras cosas desarrollar programas de apoyo social en áreas de alojamiento, soporte cotidiano y empleo y coordinarlos con los servicios sanitarios especializados en salud mental.
Faisem se manifiesta como una estrategia razonable para cubrir esas necesidades en una comunidad autónoma que apostó decididamente por la atención comunitaria.
Para ello ha generado una red de recursos públicos orientados a la recuperación, situados en contextos comunitarios y de inclusión social, coordinados con los servicios de Salud Mental y articulados con los recursos y actuaciones del Sistema para la Autonomía y la Atención a la Dependencia, interactuando y apoyando a los movimientos asociativos y con un coste sostenible, incluso en situaciones complicadas como la actual.
Sanidad tiende la mano a los estudiantes para ‘afinar’ la troncalidad
El director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Carlos Moreno, ha mostrado su disposición a “estudiar” modificaciones del real decreto de la troncalidad para dar cabida a algunas reivindicaciones de los estudiantes de Medicina. Así lo ha explicado en el ‘A fondo’ sobre el futuro de los estudios de esta profesión durante el VI Encuentro Global de Parlamentarios de Sanidad, que se ha celebrado en Salamanca organizado por Sanitaria 2000 en colaboración con Novartis y Chiesi.
Juan Antonio Vargas, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de la comisión permanente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina; Carlos Moreno, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad; Teresa Angulo, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados; Carlos Macaya, presidente de la Federación de Asociaciones Científico-Técnicas de España (Facme), y Domingo Antonio Sánchez, vicepresidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM).
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En una de las sesiones que más interés ha suscitado en el cónclave, moderada por la portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Teresa Angulo, Moreno ha tendido la mano a afinar la troncalidad en uno de los asuntos que no cuenta con el visto bueno del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM): el de la doble elección. El vicepresidente del colectivo, Domingo Antonio Sánchez Martínez, así lo ha expuesto, junto a otros puntos que integran su oposición a dicho real decreto. “La elección en dos fases es inadmisible”, ha manifestado Sánchez, al tiempo que ha señalado que hay “lagunas e incógnitas” de las que recelan sus compañeros. “El tiempo de formación se puede ampliar, pero justifíquenoslo”, ha apostillado.
Teresa Angulo expone algunas de sus conclusiones.
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Y Moreno ha cogido el guante delante de los principales parlamentarios sanitarios del país para acercar posturas. “El tema de la elección, que es una de las cuestiones fundamentales, se puede estudiar”, ha afirmado el director general de Ordenación Profesional, para añadir después que “hay normas de desarrollo” a las que podría acogerse su ministerio para satisfacer a los estudiantes. Eso sí, el representante de Sanidad ha dejado claro que el espíritu del articulado es “afianzar las competencias transversales”, como ocurre en otros países, porque aunque “el sistema es bueno, lo intentamos mejorar”. “Pero satisfacer a todo el mundo no es fácil”, ha remachado. Respecto a los recursos que hay a la Troncalidad, Moreno ha indicado que cree que no se resolverán antes de que finalice la presente legislatura.
Una de las personas que también ha vivido muy de cerca la gestación de la troncalidad, Carlos Macaya, presidente de la Federación de Asociaciones Científico-Técnicas de España (Facme), ha defendido que el real decreto “ha sido muy trabajado” y que ha salido tras “una dejadez lamentable” de anteriores equipos ministeriales que la han ido postergando en el tiempo. También ha aseverado que su puesta de largo no será verdaderamente un camino de rosas (“La implantación no va a ser fácil”), pero Macaya ha lanzado un reto a propósito de otro de los puntos que genera discordia entre algunos colectivos relacionados: “¿Hay valentía en reducir especialidades?”. Él mismo se ha respondido: “No, no la ha habido porque eso es crear conflictos y nadie quiere crearlos”, dejando claro que, según sus apreciaciones, todavía se deben superar flecos en este asunto.
Moreno y Macaya, durante sus respectivas intervenciones en el 'A fondo' sobre los estudios de Medicina.
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El rotatorio, ¿primer año de troncalidad?
Juan Antonio Vargas, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de la comisión permanente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, ha planteado una idea que también ha sido recibida con buenos ojos por parte de Carlos Moreno. En su institución, el sexto año del grado se incorpora a las plantillas médicas con siete rotaciones, algo que, para él, debería ser el primer año de la troncalidad. Igualmente, el decano ha lamentado delante de los responsables políticos el crecimiento exponencial durante la última década del número de facultades, así como “el descenso crítico y paulatino” de los profesores clínicos.
Juan Antonio Vargas y Domingo Antonio Sánchez, cara a cara, con Moreno de fondo.
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A colación de un tema muy relacionado con el número de facultades, Moreno ha reconocido que “se debe superar con sincronía” entre los ministerios de Sanidad y Educación el “disbalance” entre alumnos de grado y los de formación especializada, asunto en el que también el resto de participantes evidenciaron que se debe actuar. Macaya, por ejemplo, ha tachado como “una provocación y una incoherencia” el alto número de estudiantes que acogen algunas universidades. “Esto hace que esté saliendo un número excesivo de médicos, una incoherencia”, ha dicho.
Otras ideas expuestas durante el debate han sido el rechazo del vicepresidente de los estudiantes al sorteo de los vocales MIR o la incomodidad del colectivo al ubicarse los estudios de Medicina “a caballo entre el Ministerio de Educación y el de Sanidad”.
El VI Encuentro Global de Parlamentarios de Sanidad se ha celebrado en el Parador de Salamanca.
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El paciente exige menos barreras administrativas para desplazarse
La realidad del Sistema Nacional de Salud en la atención sanitaria de zonas limítrofes o en la prestación de servicios de referencia ha sido analizada dentro del marco del VI Encuentro de Parlamentarios de Sanidad, que se ha celebrado en Salamanca. Ana María Sánchez, exdirectora general de Cohesión del SNS y Alta Inspección del Ministerio de Sanidad, ha sido la encargada de moderar la mesa y ha expuesto que durante el tiempo que Ana Pastor estuvo al frente de esta cartera, uno de los objetivos que se marcaron fue que no hubiera grandes diferencias entre las comunidades, que la asistencia fuera similar y que el ciudadano pudiera decidir.
Carmelo Barrio, presidente de la Comisión de Sanidad y Consumo del Parlamento Vasco; Jon Aiartza, diputado del Grupo Nacionalista Vasco; Ana María Sánchez, exdirectora general de Cohesión del SNS y Alta Inspección del Ministerio de Sanidad; Caridad García, portavoz de Sanidad de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid; José Vicente González, vicepresidente segundo de la Comisión de Sanidad del Senado; y Jerónimo García Bermejo, vicepresidente de la Comisión de Sanidad de Castilla y León.
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Planteada la cuestión de si sería conveniente de que los hospitales cobraran directamente a los centros de origen por los servicios prestados a pacientes desplazados, José Vicente González, vicepresidente segundo de la Comisión de Sanidad del Senado, no se ha mostrado partidario de esta medida, ya que a su juicio “que un hospital facture directamente es complicado, desde el punto de vista de la gestión”. En el mismo sentido se ha manifestado Jerónimo García Bermejo, vicepresidente de la Comisión de Sanidad de Castilla y León, ya que “supondría un riesgo a la equidad del sistema y aumentaría el sistema competencial que han generado las autonomías”.
Ana María Sánchez, exdirectora general de Cohesión del SNS y Alta Inspección del Ministerio de Sanidad.
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Caridad García, portavoz de Sanidad de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, ha comentado que “la capacidad de decidir de los ciudadanos en Madrid no es cierta, solo puede hacerlo para adelantar una intervención, ya que si se la realiza en el ámbito privado se le adelanta la espera”. Por su parte, Carmelo Barrio, presidente de la Comisión de Sanidad y Consumo del Parlamento Vasco, ha incidido en que la colaboración es esencial “para los fondos, la gestión y la responsabilidad”. Además, ha añadido que “en los últimos años se ha avanzado para sentar las bases del paciente desplazado a una zona limítrofe, despejando las incertidumbres y encaminándose a la corresponsabilidad”. Jon Aiartza, diputado del Grupo Nacionalista Vasco, ha asegurado que “se han optimizado los recursos y se ha avanzado con responsabilidad”, como ha señalado Barros con anterioridad.
En este punto, la moderadora ha manifestado que “la atención en zonas limítrofes no es un desarrollo costoso, pero sí lo son aquellas patologías que precisan de un servicio de referencia de otra comunidad, porque los presupuestos son ajustados”. Sobre este asunto, González ha incidido en que “los traslados a puntos de referencia, marcados por criterios economicistas nos deben afectar ni al ciudadano, ni a su familia”. Sánchez ha concluido que “no se han introducido medidas de sostenibilidad para que el paciente pueda trasladarse sin barreras administrativas”.
José María Pino, presidente de Sanitaria 2000; Mario Mingo, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados; y Joaquín Estévez, presidente de Sedida. A la derecha, Jesús Aguirre, portavoz de Sanidad del Grupo Popular en el Senado; Mercedes Alfaro, subdirectora general de Información Sanitaria e Innovación del Ministerio de Sanidad; y Conxita Tarruella, portavoz de Sanidad y Servicios Sociales de CiU en el Congreso de los Diputados.
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Manuel Gómez Benito, presidente del Colegio de Médicos de Salamanca; y Óscar López, director de publicaciones de Sanitaria 2000. A la derecha, Teresa Angulo, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Congreso; y Carlos Macaya, presidente de la Federación de Asociaciones Científico-Técnicas de España (Facme).
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José Vicente González, vicepresidente segundo de la Comisión de Sanidad del Senado; Encarnación Llinares, portavoz de Sanidad y Servicios Sociales del PSOE en el Senado; Julián García Vargas, exministro de Sanidad; y Gracia Fernández Moya, diputada del PSOE por Almería.
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Vicente Valero, portavoz de Igualdad, Salud y Políticas Sociales del Parlamento de Andalucía; Txaro Sarasua, parlamentaria del Grupo Socialista del País Vasco; y José María Alonso, secretario primero de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso. A la derecha, Rubén Moreno, secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad; Conxita Tarruella, portavoz de Sanidad y Servicios Sociales de CiU en el Congreso de los Diputados; y Mario Mingo, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.
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Txaro Sarasua, parlamentaria del Grupo Socialista del País Vasco; Carmelo Barrio, presidente de la Comisión de Sanidad del País Vasco; Laura Garrido, parlamentaria del Grupo Popular de la cámara vasca; Jon Aiartza, diputado del Grupo Nacionalista Vasco; Eva Blanco, vocal de la Comisión de Sanidad vasca.
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El senador Pedro Manuel Hernández; y y Elvira Velasco, exsenadora y directora de Enfermería del Complejo Asistencial de Salamanca. A la derecha, Óscar López, director de publicaciones de Sanitaria 2000; Pilar Bartolomé, secretaria de Salud Laboral de CESM; y Serafín Romero, vicepresidente de la OMC.
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Fernanda Ávila, del Grupo Mixto-Agrupación de Regionalista de Extremadura; Felisa Cepeda, presidenta de la Comisión de Salud y Política Sociosanitaria de Extremadura; y Ricardo López, director general de Sanitaria 2000. A la derecha, Joaquín Estévez, presidente de Sedisa y Conxita Tarruella, portavoz de Sanidad y Servicios Sociales de CiU en el Congreso de los Diputados.
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El sueldo, un obstáculo para reclutar gerentes
Las retribuciones actuales son uno de los obstáculos que impiden reclutar nuevos gerentes. Esta es una de las principales ideas que ha dejado el ‘Cara a cara’ entre Joaquín Estevez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y el director gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), José Manuel Aranda, moderado por el exministro de Sanidad Julián García Vargas durante el VI Encuentro Global de Parlamentarios de Sanidad organizado por Sanitaria 2000 en colaboración con Novartis y Chiesi.
José Manuel Aranda, director gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS); el exministro de Sanidad Julián García Vargas, y Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa).
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Tanto los dos ponentes como el moderador han abogado, sin fisuras, por una profesionalización de los gestores. Así que despejada la incógnita que apuntaba el título del debate, los participantes han aprovechado por ahondar algunos aspectos estrechamente relacionados, como las necesidades para mejorar el trabajo que hacen estos directivos y lograr que haya un recambio generacional y más interés por ingresar en estos trabajos, que fueron algunas de las carencias señaladas.
García Vargas resume las conclusiones del debate.
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El máximo responsable de Sedisa ha lanzado su propuesta en torno a un próximo futuro en cuyo horizonte esté protagonizado por la gestión clínica. Porque una vez desarrollada, según ha indicado Estévez, se podrá cambiar “poco a poco” el sistema sanitario español y el papel del gerente. “Su rol pasará a ser un gerente más facilitador que administrativista”, ha subrayado.
Claves en la sostenibilidad
“Necesitamos directivos que estén orientados a garantizar del sistema”, ha afirmado Aranda para reconocer la cierta carestía de estos profesionales, tesis que ha recogido el exministro García Vargas para apostillar: “Su responsabilidad debe orientarse en esa dirección”. Pero encontrar responsables con el perfil que exige, actualmente, el cargo no es fácil, tal y como ha subrayado el director gerente del SAS, quien ha señalado no solo que no hay mucho interés, sino que en el caso de los que están interesados “no quieren perder hasta 30.000 y 40.000 euros” de sueldo al año, en comparación con otras retribuciones.
Esteve ha sacado otro de los miedos palpables entre los aspirantes clínicos, la deslegitimización que se produce cuando hay un nombramiento político y que cala en la figura del directivo y en las dificultades que han de soportar los integrantes de su equipo. También ha hablado de otro rechazo, en este caso el del “miedo” a regresar a su plaza clínica y enfrentarse a sus compañeros tras haber pasado por la siempre difícil esfera directiva.
Precisamente, relacionado con este asunto ha estado el debate sobre el concepto de “lealtad” que guarda, o suele guardar, el gerente. “No necesariamente tiene que ser con el político que lo ha puesto como personal afín”, ha espetado Aranda, que, igualmente, ha dicho que dicha lealtad tiene que ser, sobre todo, con el propio hospital para el que trabaja. “Hay que separar la lealtad de la incondicionalidad”, ha incidido.
Historia clínica interoperable, pero restringida
“La interoperabilidad de la información clínica es uno de los retos más ambiciosos y de más calado que se están llevando a cabo, porque puede ayudar a la cohesión y calidad”, según ha explicado Mercedes Alfaro, subdirectora general de Información Sanitaria e Innovación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, durante la conferencia que ha impartido en el VI Encuentro de Parlamentarios de Sanidad.
Mercedes Alfaro, subdirectora general de Información Sanitaria e Innovación.
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En este momento, en el Sistema Nacional de Salud se trabaja en dos proyectos, como son la historia clínica y la receta electrónica interoperable, cuyo eje es la tarjeta sanitaria “normalizada y compartida”. Alfaro ha manifestado que la historia clínica “es un elemento del profesional y del paciente”, pero hay una parte que “pertenece exclusivamente al facultativo, como las apreciaciones subjetivas o anotaciones que sirven como instrumento”.
El objetivo de esta iniciativa es que la historia pueda ofrecerse en diferentes soportes a un sistema que conecte toda la información del paciente y sea accesible allí donde precise la asistencia, “no solo en España, también en los países de la Unión Europea”. Una de las premisas de esta idea es que el paciente pueda contar con sus datos y sea fácil recuperarla, también en remoto.
Sin embargo, Alfaro ha querido dejar claro que “no se trata de un acceso indiscriminado, sino que se trata de compartir información relevante ante una solicitud de asistencia”. Dentro del proyecto también figura la historia clínica resumida, que se compone por un número mínimo de datos de salud, de interés esencial para el médico, cuyo desconocimiento puede ser gravoso para el paciente.
La responsabilidad social sociosanitaria busca hueco en la agenda legislativa
La estrategia nacional de responsabilidad social de las empresas pese a sus aspectos positivos, tiene una carencia ante el desarrollo de la Responsabilidad Social Sociosanitaria (RSS). De ahí que los participantes en la tertulia monográfica, moderada por José María Pino, director ejecutivo del Instituto de Innovación y Desarrollo de la Responsabilidad Social Sociosanitaria (Inidress), hayan planteado su futuro desarrollo legislativo durante el VI Encuentro Global de Parlamentarios de Sanidad, organizado por Sanitaria 2000 en colaboración con Novartis y Chiesi.
José María Pino, director ejecutivo de Inidress y presidente de Sanitaria 2000; Mario Mingo, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados; Encarnación Llinares, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad del Senado, y Alberto Reyero, diputado de UPyD en la Asamblea de la Comunidad Madrid.
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“Cuando hablamos del ámbito sociosanitario, la responsabilidad social cambia y, por tando, debería llamarse de otra forma. Y eso es lo que tratamos de implementar, animando a los legisladores a que cambien ese concepto”, ha expresado Pino en el debate que ha contado con la presencia del presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Mario Mingo; la portavoz del Grupo Socialista en el órgano homónimo del Senado, Encarnación Llinares, y el diputado de UPyD en la Asamblea de Madrid Alberto Reyero.
Pino apunta las conclusiones del debate.
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Mingo ha valorado la propuesta lanzada sobre la mesa y ha cogido el espíritu que envuelve la RSS: “Todos estamos aquí para devolverle a la sanidad parte de lo que la sociedad nos ha dado”, subrayado. Por su parte, Llinares ha reconocido que para documentarse para el foro solo ha encontrado documentación de Inidress, ente al que ha felicitado por su labor, y también se ha mostrado a favor del concepto presentado en el cónclave de los parlamentarios sanitarios.
“Desde las empresas del ámbito sanitario, sociosanitario, social, las industrias farmacéuticas, las de la tecnología, pero también las instituciones de alguna forma algo tenemos que hacer para que sus beneficios repercutan en la sociedad. Y que se haga en dos ámbitos: en la investigación y en la innovación, y, sobre todo, en el fomento de la igualdad, de la cohesión social, de la equidad que revierta en aquellas personas más vulnerables y que más lo necesitan”, ha manifestado la senadora socialista, quien también ha señalado que estas propuestas pueden materializarse a través de proyectos de cooperación, no solo a nivel nacional, sino también internacional.
El parlamentario de UPyD ha asegurado que las empresas “deberían tener una responsabilidad social distinta”, que no incluya solo medidas laborales. “Hay cosas que van más allá: las de acción social, de voluntariado…”, ha esgrimido Reyero.
Desarrollo transversal
El director ejecutivo de Inidress y presidente de Sanitaria 2000 ha aseverado, al respecto, de que si hay acuerdo general sobre que el ámbito sociosanitario es distinto de las líneas de acción del actual marco general normativo, hay que incidir sobre su desarrollo. También ha subrayado que la actual responsabilidad social depende del Ministerio de Empleo, a lo que ha planteado a los debatientes que en materia sanitaria “no puede ser así”.
Mingo ha dicho que la RSS debería ser auspiciada por “el Gobierno en su conjunto”, ya que, a su juicio, se trata de un “criterio transversal”. Llinares ha postulado que el Ministerio de Sanidad tiene la llave en este sentido, y que, por tanto, debería impulsar una estrategia o un plan específico, liderado por el Ejecutivo central pero en el que igualmente estén presentes las comunidades autónomas. “Lo más importante es priorizar el ámbito de la salud”, ha recalcado el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara Baja.
Pino ha apostillado que los “grupos de interés” dependen de dónde trabajen las empresas y entidades, y que los del ámbito de la salud son, por tanto, específicos. Reyero ha rebatido el planteamiento de lo que engloba el ‘ámbito sanitario’, porque, a juicio del diputado de la formación magenta, no comparten grupo de interés las empresas farmacéuticas y los hospitales, por poner unos ejemplos. Sin embargo, Pino ha afirmado lo contrario: “Todos los que trabajamos en el ambiente sociosanitario, el interés debería ser el mismo”. “El grupo de interés de la RSS es el paciente”, ha concluido.
Finalmente, Mingo ha pedido a los parlamentarios asistentes que en las próximas asambleas y parlamentos que salgan tras las próximas elecciones y se ponga la RSS en la agenda legislativa. “Tomamos nota”, ha dicho Llinares.
El retorno del secretario general
En la persona de Rubén Moreno, secretario general de Sanidad y Consumo, se escenificaron varios retornos durante su estancia en el Encuentro de Parlamentarios de Sanitaria 2000. En primer lugar, regresó al primer plano el antiguo secretario general de Gestión y Cooperación Sanitaria del Ministerio, el alto cargo que acompañó a la
ministra Celia Villalobos en la segunda legislatura del
Gobierno Aznar, en aquellos años claves en los que se completó la transferencia de las competencias sanitarias a todas las autonomías, se extinguió el
Insalud y se constituyó el Sistema Nacional de Salud tal y como hoy, con sus cosas buenas y con sus cosas malas, lo conocemos.
Rubén Moreno, secretario general de Sanidad, junto con José María Pino, presidente de Sanitaria 2000.
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Volvió también el exportavoz de Sanidad del PP en el Congreso, a reunirse con sus compañeros de grupo y con sus adversarios políticos, en un
clima de camaradería y de confianza que habla muy bien de la acción política, pese a las críticas que en estos días parecen cercar esta actividad, quién sabe si para aniquilarla. En poco más de un año, Moreno demostró que
es posible volver a la primera línea, superando el olvido que siempre acompaña a los ex y venciendo al desgaste que le generó su gestión al frente del
Centro de Investigación Príncipe Felipe.
Pero, por encima de todo, retornó el secretario general, es decir, el titular de uno de los departamentos más importantes de la sanidad española, que ha atravesado su particular travesía del desierto en las manos de la desconcertante y huidiza
Pilar Farjas. En solo unas semanas, Moreno ha logrado que nos olvidemos de la ex secretaria general y de su
controvertido legado de silencios y ocurrencias. En verdad, al nuevo secretario general le ha bastado con tender la mano, sonreír y dejarse fotografiar para que el sector haya entendido con alivio que el Ministerio vuelve a contar con una pieza administrativa y política esencial en la toma de decisiones.
“No hemos venido a perder el tiempo”, vino a decir Moreno a los parlamentarios, como resistiéndose a que la legislatura esté ya casi terminada. Es verdad que el clima electoral es evidente y que la acción ejecutiva procurará no enfangarse en los asuntos más controvertidos, pero también lo es que el nuevo equipo ministerial sabe que hay materias en las que no hay tiempo que perder y que reclaman a gritos avances palpables.
El secretario general no vino solo a inaugurar el Encuentro, sino que permaneció y participó en la práctica totalidad de las sesiones.
Quizá porque aún no se ha podido desquitar de su barniz parlamentario, probablemente porque la mayoría de los temas abordados le interesaban; sea como fuere, Moreno ha dado una lección de interés en la sanidad, de aprecio a un colectivo cuya labor no siempre es bien considerada y, sobre todo, de estima a un cargo que, en manos de Pilar Farjas, había perdido su ascendencia y se había llenado de desconfianza.
Es bueno para la sanidad que el secretario general del Ministerio tenga altura política, sea mediático, se exponga, hable y declare, discuta y opine.
Porque el sector es demasiado diverso como para que el ministro apague todos los fuegos. Y un número dos, que crea y comprenda el alcance de su condición, es el mejor apoyo con el que Alfonso Alonso puede contar para estos primeros meses de adaptación. Rubén Moreno es ese perfil que tanto necesitaba no solo el ministro sino la sanidad entera.