El descanso es una parte fundamental de la labor asistencial de los sanitarios, especialmente si trabajan en turnos nocturnos o hacen guardias de 24 horas.
Una adecuada desconexión ayuda a mejorar la calidad asistencial y protege tanto al facultativo como al paciente, tal y como señalan distintos informes y corrobora la presidenta de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST), Pilar Niño.
"Lo recomendable
cada 6 horas de trabajo sería, como mínimo, un descanso de 20 minutos para 'recargar pilas'", ha señalado Niño a
Redacción Médica. Asimismo, ha explicado que en el estatuto marco del personal sanitario y en estatuto de los trabajadores se señala que debería existir como mínimo un periodo de descanso que no fuera inferior a 15 minutos en el caso de los médicos y de no menos de 30 minutos para enfermería.
En el caso de las guardias de 24 horas el descanso, teóricamente, está dividido en 15-20 minutos por la mañana, 20 minutos por la tarde para poder echarse una siesta y, por la noche, se tendría que hacer un turno que permitiera un descanso de como mínimo hora y media.
Sin embargo, Niño reconoce que estas pautas rara vez se cumplen, principalmente por motivos asistenciales, y
reclama espacios de descanso "fuera de la zona de actividad laboral". "El problema es que los lugares de descanso del personal sanitarios son salas a las que la gente puede ir a buscarte para preguntar por los pacientes o por cualquier cosa. Con lo cual, el descanso queda interrumpido", ha especificado la presidenta de SEMST.
Por ello, afirma que
siestas de 20 minutos ayudarían a mejorar la calidad y seguridad asistencial, tal y como señalaba un informe presentado por la consultora de anestesia de Newcastle Hospitals NHS Foundation Trust, Nancy Redfern, en el congreso Euroanaesthesia celebrado en Milán (Italia) esta semana.
El estudio se centra en los
efectos potencialmente letales de la fatiga en los médicos y enfermeras, así como su impacto en la calidad de su trabajo clínico y la seguridad de los pacientes. Sin embargo, Niño afirma que la mayor dificultad para implementar estas recomendaciones es "la falta de plantilla".
Conducir después de un turno de noche, tan peligroso como hacerlo borracho
Del mismo modo, la presidenta de SEMST ha querido señalar que
la falta de sueño no sólo es peligrosa para los pacientes, sino también para los propios sanitarios. "Hay un montón de estudios en los que se ve que los sanitarios tienen más accidentes
in itinere al salir de trabajar, sobre todo, a la salida de guardias y especialmente los lunes por la mañana", ha detallado.
Esa misma información recoge el informe antes mencionado, que apunta que
la mitad de los profesionales de sanidad han sufrido o casi han sufrido un accidente al volver a casa después del turno nocturno, ya que
la fatiga induce "lapsos de sueño" espontáneos que hacen muy peligrosa la conducción.
Según diversas investigaciones, conducir después de estar despierto durante 20 horas o más, especialmente por la noche o muy temprano por la mañana, hace que conducir sea tan peligroso como si se hubiera consumido alcohol por encima de los límites legales. Además, los trabajadores que conducen a casa
después de un turno de 12 horas tienen el doble de probabilidades de sufrir un accidente que los que trabajan en turnos de 8 horas.
Asimismo, la función cognitiva experimenta un deterioro tras más de 16 horas despierto, lo que puede provocar efectos adversos especialmente en el ambiente sanitario. "
Nos cuesta pensar con flexibilidad o retener información nueva, lo que dificulta la gestión de situaciones de emergencia que cambian rápidamente. Nuestro estado de ánimo empeora, por lo que nuestro trabajo en equipo se resiente. Por tanto, todo lo que hace que nosotros y nuestros pacientes estemos seguros se ve afectado", ha explicado Nancy Redfern.
Cambiar la gestión de los turnos nocturnos, la única solución
Otra de las indicaciones que ha dado Redfern para luchar contra los peligros de la fatiga en los sanitarios es que
no se hagan turnos nocturnos más de tres días seguidos, ya que la "deuda de sueño" comienza a acumularse después de más de dos noches de sueño restringido y se necesitarían dos días más para recuperarse.
Desde su punto de vista, la única solución posible es
cambiar la forma en la que se gestionan esta clase de turnos: "Los trabajadores deben asegurarse de que todo el mundo se echa una siesta, y de que nos apoyamos mutuamente para mantenernos seguros y atentos".
"La sanidad debería contar con sistemas formales de gestión de riesgos, como los que exige la ley en cualquier otro sector en el que la seguridad sea fundamental", ha concluido la experta, "esperemos que al final los organismos reguladores
reconozcan que los trabajadores sanitarios tienen la misma fisiología que los empleados de cualquier otro sector en el que la seguridad es fundamental, y que exijan una gestión formal del riesgo de fatiga como parte de su enfoque global de la seguridad de los pacientes y del personal".
Pilar Niño confiesa que le encantaría que se pudieran cumplir estos descansos que serían "el mínimo estipulado para 'cargar pilas'". A pesar de ello
, sostiene que es muy difícil llevarlo a cabo, especialmente por la presión asistencial a causa de las plantillas reducidas.
Aun así, concluye afirmando que cada vez "se está poniendo más en tela de juicio todo eso y que
se están poniendo más miras preventivas que hasta hace nada no existían".
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