Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que contagió el ébola cuidando a un misionero infectado, ha recurrido el archivo de la causa que investiga si se incumplió la normativa de seguridad para evitar nuevos casos al defender que la prueba más evidente de que hubo delito fue su propio contagio.
Igualmente, el sindicato CSIF, junto a los sindicatos AFEM y SAE, ha presentado un recurso de apelación contra el auto del Juzgado de Instrucción 21 de Madrid que acuerda el sobreseimiento provisional de la causa, que arrancó con una denuncia interpuesta en octubre de 2014 por médicos del servicio de Medicina Intensiva del hospital La Paz por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores.
Dice la magistrada que "no resulta debidamente acreditada la concurrencia de los requisitos necesarios para apreciar la existencia de un delito contra la seguridad e higiene de los trabajadores".
Y sostiene que ha quedado demostrado que se dio formación e información a los trabajadores para evitar contagios y que la protección implantada contó "con un nivel de seguridad más elevado que el recomendado por las normas de organismos nacionales e internacionales".
Tanto Teresa Romero como el sindicato entienden que no se formó adecuadamente a los trabajadores ni se aplicaron correctamente los protocolos de actuación planificados para minimizar los riesgos.
En su recurso de reforma subsidiario de apelación, el abogado de Teresa Romero, José María Garzón, considera "insuficiente que se afirme que no hay delito por el hecho de no resultar acreditada la concurrencia de los requisitos necesarios para apreciarlo cuando la prueba más evidente que acredita que sí se produjo el delito es que Teresa Romero fue contagiada del ébola".
"Se dice que no existió peligro para la salud pero consideramos que el mero contagio de mi cliente (...) es prueba más que suficiente para acreditar que existió peligro para la salud", precisa.
Además, recuerda que Romero aseguró ante el juez que "no tuvo formación específica para tratar a pacientes infectados de ébola" y que ella como otros sanitarios del hospital Carlos III (centro adscrito a La Paz) "solo recibieron un taller de una hora con nociones básicas sobre el ébola".
También denuncia un "defecto en el procedimiento" en tanto en cuanto la juez rechazó que se le practique un nuevo examen forense a Teresa Romero, lo que vulnera, a su juicio, el derecho a un proceso con todas las garantías así como el derecho a la tutela judicial efectiva.
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