Indignación y malestar. Son las principales reacciones que ha tenido en España la
decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de no admitir la denuncia de la
Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite) y de los afectados por la talidomida contra los
laboratorios Grünenthal ratificando así la decisión del Tribunal Supremo alegando que el caso ha prescrito.
Uno de los rostros populares que más enfado ha mostrado ha sido el presidente de Cantabria,
Miguel Ángel Revilla, quien en un vídeo compartido en redes sociales ha tachado la decisión de "canallada" y "vergüenza".
"A punto de cumplir 75 años he visto, como la mayoría de ustedes, supongo, múltiples injusticias. Pero la mayor, la más grande acaba de sepultarla en estos días el Tribunal Europeo de Derechos humanos ratificando una sentencia del Tribunal Supremo español.
No hay responsabilidades para el laboratorio alemán Grünenthal que en los años 70 lanzó al
mercado un medicamento llamado talidomida que dio origen a que nacieran cantidad de niños en toda Europa, unos 3.000 en España, con graves mutilaciones. Todavía hay vivos alrededor de 300 de estos afectados", recuerda Revilla.
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"¿Han prescrito las mutilaciones? ¿O el envenenamiento de quienes las sufren?"
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El presidente cántabro explica que la sentencia considera que ha prescrito el delito, algo que desata su enfado. "Por encima de la legalidad en este caso yo creo que tenemos que aplicar el sentido común. ¿O han prescrito las mutilaciones? O es que a los que las sufren les ha prescrito el envenenamiento al que fueron objeto?
No hay derecho, esto sencillamente es una vergüenza. Es una canallada", sentencia Revilla.
Aliado mediático
No es la primera vez que el presidente cántabro rompe una lanza a favor de los afectados por la talidomida, ya que se comprometió personalmente con el presidente y vicepresidente de Avite
a denunciar públicamente su situación. En varios programas de televisión criticó hace unos meses que en
todos los países salvo en España se había compensado a los afectados, motivo por el que habría que "modificar la Justicia".
La indignación de Revilla se produce días después de que el Tribunal de Estrasburgo desestimara la demanda de Avite por vulneración de sus derechos humanos. El órgano judicial explicaba que la inadmisión, contra la que no cabe recurso, se producía por considerar que no se cumplen los requisitos exigidos por el convenio y que
"no se observa ninguna apariencia de violación de los derechos y libertades garantizados por el convenio o sus protocolos".
Tras la sentencia, desde Avite se declaraba que "ningún tribunal ni español ni el europeo, ha sido capaz ni ha tenido la gallardía de decirnos desde cuándo estaba prescrito. [...] La
justicia española se ha cubierto de gloria, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos también y la farmaceutica responsable alemana Grünenthal, por supuesto",
escribían en su página web.
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