Reino Unido ha tomado cartas en el asunto de la
homeopatía y ha decidido coger al toro por los cuernos. Un documento publicado este viernes por el
NHS (el equivalente del SNS español) incluye a la homeopatía entre los 'Productos que no deben ser prescritos de forma rutinaria en
Atención Primaria'.
Se trata de una guía con recomendaciones sobre productos que por lo general, o bien tienen baja (o ninguna)
efectividad, o bien son
menos coste-eficientes que sus alternativas. Y la homeopatía se incluye en la categoría de productos “de baja eficacia clínica, en los que no existe evidencia sólida de eficacia clínica o hay importantes preocupaciones de seguridad”.
Un informe del
Comité de Ciencia y Tecnología del Parlamento británico de 2010 ya señaló que el uso de homeopatía no estaba respaldado por evidencia científica y los beneficios en los pacientes se debían al efecto placebo. El documento del NHS se muestra de acuerdo con aquellas conclusiones y por tanto aconseja que los prescriptores no inicien tratamientos homeopáticos con ningún paciente.
También aconseja la desprescripción de estos productos en todos los pacientes, y señala que el gasto anual del NHS en homeopatía asciendea las 92.412 libras (102.810 euros).
Las hierbas medicinales, en el mismo saco
La homeopatía no es la única terapia natural que el NHS se ha decidido a erradicar de las consultas de Primaria. Las
hierbas medicinales, que suponen un coste aún mayor para el sistema (100.009 libras, esto es, 111.263 euros), también son incluidas en la misma categoría de productos de baja eficacia clínica, con las mismas recomendaciones.
Entre los medicamentos que incluye el documento (cuyos costes ascienden a una cantidad mucho mayor que la de la homeopatía y las hierbas), se encuentran varias
vacunas para el viajero (hepatitis B, encefalitis japonesa o fiebre amarilla, entre otras), los fármacos que combinan paracetamol y tramadol, los compuestos con ácidos grasos omega-3 o fentanilo de liberación inmediata.
En otros casos, el NHS considera que la existencia de productos de
autocuidado (que se venden en la farmacia sin necesidad de receta) 'libera' al sistema público de tener que prescribirlo. Diarrea, estreñimiento, conjuntivitis, dolores de cabeza o picaduras de insectos son algunas de las condiciones para las que existen productos adquiribles sin necesidad de receta.
Acceda al documento del NHS
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