España encara la recta final del año con
récords de incidencia y con más de seis millones de contagios por covid. La llegada de la variante Ómicron ha empujado al sistema a una sexta oleada de positivos que, aunque con menor tasa de casos graves, es "peor de lo que se creía".
En un contexto de transmisión comunitaria, la falta de rastreo y seguimientos puede contribuir a que la "intensidad de la infección siga creciendo". Sin embargo, en una situación como la actual, con la
Atención Primaria "totalmente colapsada", incluso más que en periodos anteriores de pandemia, y una "protección inmunitaria altísima" podría ser plausible una
modificación del protocolo, defiende José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y partidario de fijar restricciones en las autonomías aparejadas a los niveles de riesgo.
El experto no ve mal que los
cuadros leves, mayoritarios en la sexta ola, tengan una
estrategia diferente de aislamiento, en consancia con lo dictaminado por el Consejo Interterritorial este mismo miércoles a la hora de reducir de 10 a 7 días las cuarentenas para positivos vacunados sin síntomas. Olmos acepta el argumento esgrimido por varios países europeos, sobre la posibilidad de que "muchas personas de baja" comprometan el funcionamiento del sistema pero entiende que conlleva sus riesgos. "Muchas de esas personas van a seguir contagiando", advierte, sin descartar un aumento de la incidencia derivado de la medida.
Encontrar el "equilibrio" pasa por "tomar medidas" que
restrinjan la interacción social para así, compensar "las fuerzas a favor y en contra de contagiar" con síntomas leves. "Aunque hay razones para entender que se pueda modificar la estrategia es cierto que cuantas más personas, aún con síntomas leves, estén sin cuarentenar y sin seguimiento, más posibilidades de contagio hay".
Racionamiento de test covid
Lo mismo ocurre con las
pruebas de diagnóstico. Una Primaria desbordada y la no disponibilidad de PCR y antígenos "para todo el mundo", podría dar lugar a un planteamiento de "racionar recursos" siempre y cuando "no se perjudique la salud de la gente".
En estos casos de escasez, Olmos
ve "entendible" que se prioricen los test a aquellas personas con síntomas más graves, aunque la "justificación" debe venir de manos de la mano de las autoridades sanitarias. "Si hubiera suficientes pruebas, la estrategia podría ser otra", admite. Tanto en cuarentenas como la utilización de test, la decisión, explica, debe estar "muy bien tasada" si se quiere evitar un incremento de "gente contagiando no controlada".
"Tenemos una
sexta ola intensísima" que ha "golpeado durísimamente la Atención Primaria", resume el exportavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Senado, al hablar de la saturación que se vive en los centros de salud en plena campaña de terceras dosis, vacunación infantil y seguimiento de contagios y contactos estrechos.
La llegada de esta última ola no ha hecho sino a
crecentar el nivel de presión que ya sufría este área asistencial desde hace años "porque no se ha hecho lo que se tenía que hacer como es haber restringido la movilidad para prevenir tantos casos".
"No se ha respondido a la intensidad de la ola argumentando que era más leve"
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Sin embargo, sobre la mesa no figura
ninguna propuesta que plantee traspasar parte de esta carga asistencial a otros sectores o áreas de la sanidad, los cuales, en cualquier caso, deberían estar conectados con Primaria para esquivar brechas en el tratamiento de los casos covid.
Aunque admite que el número de hospitalizaciones y fallecidos es menor en esta sexta ola, Olmos pide no confiarse, ya que "las cifras en los hospitales y UCI siguen creciendo día a día" -con más de 10.000 personas ingresadas- y "l
a gente se muere por este virus y no por otro", asegura el que fuera Secretario General de Sanidad del Ministerio de Sanidad.
Semáforo covid con medidas
El experto asegura que el impacto en hospitales será mayor si continúa el ascenso de positivos ya que un porcentaje de pacientes, aunque más reducido que antes, acabará en estos centros. "Si no
frenamos la sexta ola creyendo que es más leve, nos vamos a encontrar en 4 semanas muchas más personas ingresadas. Al mismo tiempo la
Primaria estará desbordada porque la presión asistencial es muchísimo mayor que en otras olas".
El problema, explica, es que "
no se ha respondido a la intensidad de la ola bajo el argumento de que era más leve" y las comunidades autónomas han "reaccionado tarde". Lo ideal para rebajar el impacto hubiera sido, en su opinión, aplicar medidas preventivas como límitación de aforos y horarios, toque de queda o pasaporte covid en semanas previas. De hecho, Cataluña fue la única que llevó este tipo de limitaciones a la anterior Conferencia de Presidentes.
En este sentido, el político considera que
el nuevo 'semáforo covid', fijado de forma previa a las fiestas en el Consejo Interterritorial, debería venir "adosado" de medidas concretas en cada nivel de alerta por covid a cumplir por las autonomías en su marco de competencias. "La gestión de la pandemia tiene que estar siempre modulada y vinculada a la situación epidemiológica".
Dado que ninguna "medida soluciona nada por sí sola", Olmos insiste en la necesidad de
seguir avanzando en la vacunación, recuperando a los 3-4 millones que aún no se han querido vacunar, y garantizar la protección personal (mascarilla, distancia y lavado de manos).
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