El
Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y más de una treintena de organizaciones sociales y profesionales han reivindicado la necesidad “urgente” de confeccionar un
Plan Nacional de Prevención del Suicidio, que se erige como una de las principales causas externas de mortalidad en España.
Según consta en un
manifiesto firmado por diversas entidades relacionadas con la Profesión de la Psicología y con movimientos sociales, el país precisa de una estrategia que aborde este problema “con una perspectiva holística" y que se sostenga sobre tres ejes: prevención, intervención y postvención.
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Mensaje del Colegio de la Psicología de Madrid por el Día Mundial de Prevención del Suicidio.
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Con motivo del
Día Mundial para la Prevención del Suicidio que tiene lugar este 10 de septiembre, este manifiesto ha destacado que España sigue sin tener un plan nacional para esta problemática. "Estamos fuera del club de los
38 países que sí lo tienen, como por ejemplo EEUU, Dinamarca, Nueva Zelanda, Austria, Suiza, Irlanda, Escocia, Alemania, Finlandia o Noruega”, reza el manifiesto, suscrito por más de una treintena de asociaciones que advierten de que solo en 2022, un total de
4.227 personas se quitaron la vida en nuestro país y que por cada muerte hay 20 intentos.
Tal y como indica el texto,
el suicidio es multifactorial, dado que no existe una sola causa detrás. "Se ha convertido en un problema social de primer orden y, como tal, el abordaje debe ser liderado desde las instituciones políticas y públicas, con una perspectiva holística y contando con los diferentes estamentos sociales”.
Medidas para el Plan Nacional de Prevención del Suicidio
Al respecto, aboga por un
Plan Nacional de Prevención del Suicidio que ponga el foco sobre la prevención, la sensibilización y la intervención “para abordar con rigor este problema de salud pública y reducir las cifras de manera significativa”.
En concreto, propone la mesa
23 propuestas, entre las que se encuentran la de reforzar la sensibilización de la ciudadanía,
potenciar la Atención Primaria, atender y cuidar la calidad de los servicios especializados de salud mental y promover programas de actuación comunitaria.
También defiende implementar programas de educación emocional y capacitar al personal educativo (creando espacios seguros en las escuelas), involucrar a las familias en estos talleres y potenciar la detección del
riesgo suicida en contextos de alta vulnerabilidad.
Otra de las claves del plan que propone el manifiesto pasa por “implementar medidas para reducir el
acceso a métodos letales de suicidio”, así como sensibilizar sobre esta problemática al sector del comercio y las grandes marcas e introducir una temática propia en estudios de grado y postgrado.
Finalmente, llama a crear un
Observatorio de la Conducta Suicida, e incorporar buenas prácticas y aprendizajes de otros países.
Financiación autonómica continuada frente al suicidio
“Y todo ello impulsando el desarrollo de protocolos de actuación integrada e intersectorial en material de suicidio para todas las comunidades autónomas, así como planes o estrategias contando con los sistemas de salud, servicios sociales, educativo, judicial, emergencias, e integrando todos los ámbitos en los que se pueden generar escenarios de riesgo de suicidio, facilitando la coordinación intersectorial e internivel que promueva una prevención multifactorial de la conducta suicida y apoyando la creación de una línea de
financiación continuada para las comunidades autónomas”, destaca.
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