El Gobierno apurará los plazos para presentar ante las Cortes Generales su proyecto de
Presupuestos Generales del Estado (PGE) para
2025, cuya aprobación vuelve a encontrarse a expensas del voto favorable de sus socios parlamentarios. El escenario es muy similar al del pasado ejercicio, cuando el Ejecutivo, falto de apoyos, se vio forzado a renunciar a sus Cuentas. "Ahí entra también la
responsabilidad de los distintos grupos políticos”, asumía esta misma semana la ministra portavoz,
Pilar Alegría.
Una
nueva prórroga presupuestaria, en cualquier caso, no haría tambalear la estabilidad de la sanidad, que sufriría un
impacto “relativamente pequeño”. Son palabras de
Anna García-Altés, presidenta de la
Asociación de Economía de la Salud (AES), que aboga, en cualquier caso, por redirigir las “prioridades” del Gobierno para adecuarlas a las necesidades de la población.
En declaraciones a
Redacción Médica, la responsable de esta organización de economía sanitaria apela a que el gasto en salud de la Administración Central engloba “una
parte muy pequeña del gasto público”, dado que el grueso recae sobre las comunidades autónomas, que son las que tienen la competencia sobre la cartera de salud.
En concreto, García-Altés apunta a que las autonomías asumen aproximadamente el 92 por ciento todos los costes sanitarios, “muy por encima del
2 por ciento de la Administración General del Estado (AGE), el 1,95 por ciento de la Seguridad Social, el 2,6 por ciento de las mutualidades de funcionarios y el 1 por ciento de las corporaciones locales”.
Con estos porcentajes, continúa, la sanidad
“puede mantenerse” en caso de que vuelvan a prorrogarse las Cuentas estatales. “Lo importante será destinar ese 2 por ciento a las
prioridades actuales del Gobierno, de acuerdo a las necesidades de salud de la población”, añade.
"El gasto sanitario de la Administración Central es una parte muy pequeña de todo el gasto sanitario público. Las autonomías asumen aproximadamente el 92%"
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En concreto, la presidenta de AES indica que en los últimos Presupuestos el foco se puso sobre las
vacunas para la Covid-19", así como para la implantación de la protonterapia, la ampliación de los servicios de salud bucodental, el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria y la estrategia de Salud Mental.
Novedades sanitarias en los PGE de 2025
Desde el Ministerio de Sanidad ya apuntaron a este periódico que el objetivo para el próximo curso es renovar las cuantías presupuestarias de dos de estas normativas:
la de Atención Primaria y la de Salud Mental.
Asimismo, desde el departamento que dirige Mónica García se hace hincapié también en la necesidad de incorporar a la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) ayudas ligadas al
ámbito de la salud bucodental y la Optometría, así como la incorporación de un Plan sobre el Suicidio.
Obstáculos para las Cuentas estatales
Por el momento, el Ministerio de Hacienda ha aprobado ya la orden de elaboración de los Presupuestos Generales del Estado de 2025, que deberán ser presentados en el Congreso de los Diputados
antes del 30 de septiembre. “El objetivo es seguir impulsando la prosperidad y la competitividad económica con una reindustrialización del país estratégica e inteligente que genere empleos de calidad, así como el
blindaje y refuerzo del Estado del Bienestar y la consolidación de la estabilidad presupuestaria compatible con la defensa de la justicia social”, recalcó Moncloa.
La pelota, de nuevo, estará en el tejado de los grupos parlamentarios. En particular, del PNV, Junts, EH Bildu, BNG, ERC y Coalición Canaria.
Las negociaciones se postulan arduas, dado que cada voto cuenta y las relaciones entre PSOE y Junts no pasan por su mejor momento. Los de Carles Puigdemont, de hecho, ya
tumbaron el techo de gasto este pasado julio, lo que supuso la primera piedra para la tramitación de los PGE.
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