La
pandemia de coronavirus Covid-19 ha puesto de manifiesto las carencias de nuestro sistema sanitario. Ha dejado aflorar los
recortes económicos en sanidad pública y ha demostrado la necesidad de realizar
cambios en el Sistema Nacional de Salud. Bajo
esta premisa, la exministra de Sanidad,
María Luisa Carcedo, el psiquiatra miembro del Consejo Asesor de Sanidad,
José Luis Pedreira Massa y el exportavoz de Sanidad del PSOE en el Senado,
José Martínez Olmos, han desarrollado 8 recetas para definitr el
"nuevo trayecto" de la política sanitaria española.
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En un documento publicado en la revista de la
Fundación Sistema, publicación académica ligada al
Partido Socialista con un elevado 'impact factor', analizan la sanidad española y subrayan que "desde posiciones más centradas en análisis presupuestarios, se considera a la sanidad como un gasto muy elevado; pero el
presupuesto sanitario, lejos de ser un gasto, constituye una inversión económica, social y democrática".
Se muestran particularmente críticos con "las
políticas de la derecha han situado al SNS en un claro riesgo financiero, pues
del 6,8 por ciento del PIB lo descendió en 7 años al 5,9 por ciento". Explican que se debe a cuatro factores:
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Incremento de políticas de restricción de gasto, centradas en los costes directos y no en la relación coste-beneficio que es de capital importancia en la sanidad.
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Incremento de conciertos y externalizaciones a la asistencia privada, con todas sus consecuencias e impacto en la calidad asistencial y el incremento de los costes.
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Disminución del gasto público en sanidad. Hemos de recordar que la gestión privada nunca se ha demostrado más eficiente que la gestión pública.
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Debilitamiento de las políticas de Salud Pública y del papel de la atención primaria y comunitaria en el SNS.
Las 8 medidas que proponen para reformar el SNS son:
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Revisar el sistema de gobernanza del Sistema Nacional de Salud y clarificar competencias corporativas e institucionales, resaltando lo que anteriormente hemos denominado, como potenciar el sentido de pertenencia de los servicios autonómicos de salud al conjunto del SNS. Se debería concretar en nuevos instrumentos normativos y presupuestarios para desarrollar las funciones que competen al Ministerio de Sanidad, incluyendo un fondo específico para la cohesión y equidad.
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Elaborar una estrategia de recursos humanos para el Sistema Nacional de Salud es una prioridad absoluta, el cual permita planificar las necesidades de personal y los perfiles profesionales adecuados a las necesidades del sistema y la prevalencia de enfermedades, con la participación y colaboración de los agentes sociales y profesionales y con las aportaciones de la universidad, tanto las que emanan de la universidad como que esta institución sepa captar lo que acontece en la sociedad, y el sistema educativo en su conjunto. También debe incluir los procedimientos de selección y del modelo de retribución que permita el adecuado reconocimiento de la contribución de los profesionales a la salud y al bienestar de la población.
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Estrategia de la Gestión Corporativa en el Sistema Nacional de Salud, fundamental para permitir mayores niveles de flexibilidad, agilidad y autonomía que se enmarquen en un pacto con los agentes sociales y con las organizaciones profesionales.
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Reorientar el sistema de forma decidida a la prevención, fomentando las políticas de Salud Pública, el desarrollo de la salud comunitaria con la implantación del Marco Estratégico de Atención Primaria y la promoción de la salud en cooperación por la inclusión de "la salud en todas las políticas". La secuencia que en la nueva salud pública nos señala: promoción de salud (lo que incluye la participación comunitaria), prevención (incluir a los tres niveles clásicos la prevención cuaternaria o prevención de la hiatrogenia) y protección (intervención sobre la vulnerabilidad, el riesgo y estimulación de la resliencia).
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Plan de renovación tecnológica del SNS, con el fin de modernizar la dotación de equipos obsoletos, retrasado durante los años de recortes.
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La estrategia de investigación biomédica sostenida en el tiempo debe ser definida para contemplar la máxima potenciación de la investigación pública y la participación en la transferencia a la industria, con una acción decidida de cooperación con el sector empresarial biofarmacéutico en alianzas transparentes y sostenibles, que generen retornos y garantías de acceso a las innovaciones en el control de precios. Refuerzo de la medicina basada en la evidencia y protección de la salud frente a las pseudociencias.
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Priorizar las medidas contra las desigualdades en salud, especialmente en el acceso al medicamento en relación a los copagos y la actualización de la cartera común de servicios, con el desarrollo de la atención a la salud bucodental.
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Recuperación de la financiación del SNS, mediante el Sistema de Financiación Autonómica, ajustados a las necesidades de recuperación y nuevos desafíos en sanidad y consolidación del Fondo de Cohesión que asegure la equidad. Se impone aceptar que es necesaria una apuesta por una mayor inversión en salud y por un nuevo sistema de financiación que acerque paulatinamente la inversión en salud a la media de la UE en un período no superior a 5 años, asegurando una distribución territorial con criterios de equidad e igualdad efectiva en todo el territorio.
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