Podemos ha iniciado este jueves una ronda de contactos para comenzar a elaborar un
proyecto de ley sobre Salud Mental. La formación morada ha dado el pistoletazo de salida a esta norma con una reunión en la que han participado varias asociaciones de
pacientes del colectivo en el
Congreso de los Diputados, donde sus representantes han manifestado su intención de que el documento definitivo esté elaborado para
junio.
"La reunión de hoy con los colectivos sirve para empezar un camino, y cuanto antes podamos presentar la ley, mejor. La idea es presentarla en junio", ha informado
Amparo Botejara, diputada y portavoz adjunta de la Comisión de
Sanidad y Servicios Sociales de Podemos, quien también ha manifestado que para conseguir el éxito de la ley necesitarán el apoyo de otras formaciones
progresistas: "No hay otra manera, por eso queremos contar desde el inicio con el
PSOE y otras formaciones que apoyen el trabajo para ir juntos".
Para abordar el proyecto de ley desde una perspectiva integral, Podemos planea reunirse con otros colectivos. En este primer encuentro han estado presentes a Asociación Madrileña de Salud Mental, la Asociacón Española de Neuropsiquiatría y Flipas GAM, pero fuentes sanitarias de la formación morada han asegurado a
Redacción Médica que en los próximos meses también hablarán
con asociaciones profesionales, familiares, organizaciones del sector y otras agrupaciones de pacientes.
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"Hay que cambiar el modelo de atención y que se base en la libertad y la responsabilidad en vez de en la coerción"
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participación de todos estos colectivos es clave para Podemos, ya que consideran que son ellos "
los garantes de que no se vulneren los derechos humanos y sólo así se conseguirá que la ley responda a las demandas reales de los afectados". En este sentido, Ana Ortega, del colectivo Flipas GAM, ha agradecido en la rueda de prensa posterior a la reunión que les permitan "participar activamente en todo el proceso", y ha añadido: "Es la primera vez que se nos escucha con voz propia. Ahora nos van a escuchar de verdad y nos van a tratar como a ciudadanos de primera".
Cambio de modelo
Tras la reunión, Podemos ha dejado claro que es necesario abordar un
cambio de modelo a la hora de tratar la Salud Mental. "Hay que cambiar el modelo de atención y que
se base en la libertad y la responsabilidad, en vez de en la coerción, tanto física como química, porque lo fundamental es que no se vulneren los derechos humanos", ha explicado Ana Castaño, consejera estatal responsable de Salud de Podemos.
Para ello, Castaño ha informado de que apostarán por
un modelo 'sociocomunitario', que aborde muchos de los aspectos cotidianos de los pacientes para que puedan convivir con su enfermedad en su entorno habitual. "Es un enfoque local y territorial, que aborda toda la esfera laboral, de vivienda, de insercción en un barrio o relación con los servicios sociales", ha dicho, para que el paciente se sienta integrado en su contexto social.
Para este fin, Podemos ve necesario que se acabe con la política de recortes "que está desmantelando los servicios de Salud Mental", ya que
para llevar a cabo este abordaje local hace falta aumentar las plantillas, puesto que "cada vez hay más población que demanda esta atención". Esta situación hace que las listas de espera "se cronifiquen".
Por este motivo han planteado que su ley también tendrá que abordar
un aumento del número de profesionales para llegar a cifras europeas, donde los países miembros tienen, de media, 30 profesionales de Salud Mental por cada 100.000 habitantes, tres veces más que en España según los datos que maneja la formación morada.
La Salud Mental, en manos de las farmacéuticas
Botejara y Castaño también han incidido en
el peso que tienen las farmacéuticas en el tratamiento de la Salud Mental. "Curiosamente, cuando aparece una nueva patología a los pocos meses aparece un fármaco fantástico que lo cura. Es algo para estar atentos, porque hay que ver dónde está el beneficio de las farmacéuticas", han dicho.
Y han apuntado que el enfoque 'sociocomunitario' incidirá, precisamente, en que
se recete "lo estrictamente necesario y lo mínimo posible", para evitar el abuso superfluo de medicamentos.
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