Redacción. Madrid
Los niños deben esperar media hora tras la vacuna para poder detectar posibles alergias o efectos adversos. Esta ha sido una de las recomendaciones que recoge un documento desarrollado por miembros de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap) y el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (Cav-aep), dirigido a los profesionales de Atención Primaria. Un escrito sobre cual es la actitud a tomar ante un niño con una reacción alérgica tras la vacunación o alergia a componentes vacunales. Se trata del primer texto existente para profesionales de Atención Primaria (AP).
Francisco Álvarez, secretario del Comité asesor de vacunas de la AEP.
|
“Es fundamental hacer un diagnóstico correcto de las reacciones adversas atribuidas a las vacunas y confirmar si existe un origen alérgico, ya que podrían interrumpirse las siguientes inmunizaciones y el niño seria susceptible de tener aquellas enfermedades por las que ha dejado de vacunarse”, ha manifestado el coordinador del documento, Luis Echeverría, que pertenece a la unidad de Alergia y Neumología Infantil del hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés.
Este especialista ha explicado que si la reacción se produce durante las primeras cuatro horas, deberán regresar al centro para ser valorados. Se trata de una propuesta que nace con el objetivo de distinguir entre las reacciones adversas y los síntomas de origen alérgico y no interrumpir la vacunación de manera innecesaria.
Concretamente, los especialistas recomiendan permanecer en el centro de salud o de vacunación durante media hora después de recibir la vacuna con el fin de ser observado ya que si la reacción se produce durante las primeras cuatro horas, deberán regresar al centro. Una iniciativa que nace con el objetivo de distinguir entre las reacciones adversas y los síntomas de origen alérgico y así no interrumpir la vacunación de manera innecesaria.
En definitiva, en los casos de reacción, el pediatra tendrá que valorar si es normal o si puede ser alergia a la vacuna o alguno de sus componentes. “Nos podemos encontrar con niños alérgicos a algún componente como las proteínas de huevo, la gelatina o el látex. Ante la mínima sospecha de que el origen pueda ser alérgico el pediatra deberá derivar al niño a la consulta pediatra alergólogo”, ha explicado el secretario del comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, Francisco Álvarez.