La variante Ómicron no será la última mutación procedete del virus SARS-CoV-2 según las previsiones que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su asesor sénior, Bruce Aylward, no descarta, de hecho, la posibilidad de que en el futuro surja una más mortal mientras siga circulando el virus.
"Ómicron probablemente
no será la última variante de Covid-19. No lo sabemos aún, pero cuanto más circule el virus, más posibilidades hay que de que surja una nueva variante más mortal", ha alertado en rueda de prensa este miércoles.
Sobre el pronóstico de que un 50 por ciento de los europeos se contagiará con Ómicron en los próximos dos meses, la epidemióloga líder de la OMS, Maria van Kerkhove, ha señalado que existen "las herramientas para planear y evitar que se cumpla". "Pedimos a todos que nos ayuden a reducir la transmisión", ha agregado.
Por su parte, Aylward se ha mostrado impresionado con la gran crecida de ómicron: "La curva de la epidemia es asombrosa. En 30 años trabajando con enfermedades infecciosas nunca había visto nada igual. Hay que hacer todo lo posible para frenar los contagios".
Van Kerkhove ha rechazado que, por el momento, estemos entrando en una fase de endemia. "No habrá una situación endémica en un país mientras en el resto del mundo sigue habiendo una pandemia. Así no es como funciona. Lo que pasará en la primavera depende de nosotros. El coronavirus se hará endémico, no hay duda de ello, pero no estamos ahí todavía. Estamos en mitad de una pandemia", ha reivindicado.
Misma opinión ha expresado el director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, quien opina que "no es el momento de rendirse". "No es el momento de declarar que este es un virus bienvenido. No es bienvenido ningún virus que mate a la gente", ha defendido.
Al hilo, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha recordado que la semana pasada se notificaron más de 15 millones de nuevos casos de Covid-19 en todo el mundo, "el mayor número de casos notificados en una sola semana". "Y sabemos que se trata de una subestimación", ha puntualizado.
"Mayor presión para sanitarios sobrecargados"
Sin embargo, ha detallado que el número de muertes semanales notificadas "se ha mantenido estable desde octubre del año pasado, con una media de 48.000 muertes semanales". "Aunque el número de pacientes hospitalizados está aumentando en la mayoría de los países, no está al nivel de las olas anteriores", ha celebrado.
A su juicio, esto se debe "posiblemente" a la menor gravedad de Ómicron y a la inmunidad generalizada por la vacunación o la infección previa. Tedros ha añadido que "la inmensa mayoría de las personas ingresadas en los hospitales de todo el mundo no están vacunadas". "Aunque las vacunas siguen siendo muy eficaces para prevenir la enfermedad grave por Covid-19 y la muerte, no impiden totalmente la transmisión. Una mayor transmisión significa más hospitalizaciones, más muertes, más personas sin trabajo, incluidos profesores y trabajadores sanitarios".
Igualmente, ha sostenido que este gran número de casos de Covid-19 "también supone una mayor presión sobre unos trabajadores sanitarios ya sobrecargados y agotados". "Proteger a las personas de mayor riesgo también ayuda a proteger los sistemas de salud y a los trabajadores sanitarios, que una vez más están sometidos a una mayor presión debido a la carga de la nueva variante".
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