La
cantidad de menores de un año que han
ingresado en el hospital con Covid-19 ha
aumentado “considerablemente” en esta ola pandémica en relación con las vividas anteriormente. Un auge que coincide con la llegada de Ómicron y su posición de prevalencia entre los nuevos contagios, por lo que podría ser la principal causa de este boom entre en los más pequeños. La buena noticia es que los ingresos son más leves y cortos que los registrados anteriormente.
Los expertos de Reino Unido han sido los primeros en alertar sobre este suceso tras analizar los datos del estudio de Red de Información Clínica Covid-19 (CO-CIN). Según el informe, la
proporción de niños hospitalizados con Covid-19 menores de 1 año fue del
42,2 por ciento en el período del 14 de diciembre de 2021 al 12 de enero de 2022. Un dato
diez puntos más alto que el registrado en olas anteriores.
En base a los datos que maneja el Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) de Reino Unido, los menores de 1 año constituían el
32,9 por de los niños ingresados durante la primera ola (enero a agosto de 2020), el 30,4 por ciento en la segunda ola (septiembre de 2020 a abril de 2021) y el 30,2 por ciento cuando Delta era la variante más prevalente (mayo de 2021 al 13 de diciembre de 2021).
La tendencia también ha sido confirmada por los datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Estos muestran que en la semana del 26 de diciembre de 2021 al 1 de enero de 2022
más de cinco de cada 100.000 niños
menores de 5 años que ingresaron en el hospital estaban infectados con Covid-19, casi
el doble de la tasa reportada a principios de diciembre antes de que la variante Ómicron se volviera prevalente.
¿Qué síntomas tiene los menores de un año que ingresan con Ómicron?
En cuanto a los síntomas que presentan los menores de un año que llegan con Ómicron, la conclusión del informe es que su situación es de menor gravedad que la registrada en otras olas anteriores, ya que requieren
menos apoyo de oxígeno y son dados de alta antes.
En concreto, el
uso de oxígeno por parte de los niños menores de 1 año ingresados en las últimas cuatro semanas para los que se dispone de datos fue del
12 por ciento en comparación con el 22,5 por ciento en la primera ola de la pandemia.
Respecto al ingreso en
cuidados intensivos fue del
9,9 por ciento frente al 14 por ciento en la primera ola. Mientras que el uso de ventilación mecánica fue del 2 por ciento respecto al 5,8 por ciento registrado al inicio de la pandemia, y el uso de ventilación no invasiva fue del 2 por ciento frente al 7,2 por ciento.
Otro de los datos que ha disminuido drásticamente es el t
iempo de estancia media, que ha pasado de representar 6,6 días en la primera ola de la pandemia a reducirse en 5 días para situarse en una media de
1,7 días.
En este sentido, una revisión rápida realizada por NHS England de 55 bebés ingresados en el hospital con Ómicron encontró que la mayoría tenía menos de 3 meses y que alrededor de la mitad fueron ingresados para observación y no recibieron tratamiento, según ha asegurado Russell Viner, profesor de salud infantil y adolescente en la University College London. “Clínicamente, esta imagen es increíblemente tranquilizadora”, dijo.
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