Redacción / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Madrid
Ante las altas temperaturas registradas durante las últimas semanas debido a la sucesión de olas de calor, la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Nemomadrid) ha advertido que la canícula puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades respiratorias agudas y agravar ciertas patologías crónicas, tanto respiratorias como cardiovasculares.
Sagrario Mayoralas, presidenta de Neumomadrid.
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Una de las causas fundamentales de este incremento es el empeoramiento de la calidad del aire, cuyo principal responsable es el ozono. Este contaminante propio del verano se forma cuando otros gases tóxicos, como los óxidos de nitrógeno procedentes del tráfico y las emisiones industriales, reaccionan con la radiación solar. Debido a ello, su producción se dispara durante las olas de calor.
“Entre las enfermedades pulmonares que más empeoran a causa del calor se encuentran el asma bronquial y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que incluye la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar”, ha indicado el coordinador del Grupo de Patología Vascular de Neumomadrid y jefe de Sección de Neumología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Javier de Miguel.
Por ello, De Miguel ha recomendado que las personas con asma, EPOC u otras enfermedades respiratorias crónicas permanezcan en lugares interiores y eviten realizar actividades prolongadas al aire libre, sobre todo en las zonas más próximas a las estaciones de medición de contaminación en las que se demuestre una elevación de la concentración de ozono por encima del valor que puede ser perjudicial para la población, fijado en 180 microgramos (mgc) por metro cúbico de aire.
Por otro lado, el calor puede reducir la habilidad del organismo para combatir las infecciones del sistema respiratorio. Para evitarlo, el experto aconseja estabilizar el aire acondicionado a una temperatura superior a 25ºC y evitar cambios bruscos de temperatura. Otras medidas preventivas para reducir la contaminación son ahorrar energía, usar el trasporte público o vehículos no contaminantes, llevar a cabo una conducción más eficiente y emplear productos de limpieza sin disolventes orgánicos.