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Muface revela cómo usar su receta concertada en las regiones que no tienen
Los mutualistas de Andalucía, Castilla y León, Cataluña y Comunidad Valenciana tienen una vía para usar esta herramienta
Exterior de Muface
11 dic 2025. 17.40H
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POR JULIA ROIZ
El 2025 deja varias lecturas en clave sanitaria. El último año ha estado marcado por debates que han rodeado al sector, como el de la colaboración público-privada, las crisis, o las negociaciones por el Estatuto Marco, una guía médica que arrastra más de 60 reuniones con el Ministerio de Sanidad. No son, no obstante, los únicos asuntos que han girado en torno al ámbito de la salud en el último año. Muface ha sobrevivido a su crisis sin precedentes, un asunto que ya forma parte de la historia de la mutualidad. El modelo liderado por Myriam Pallarés resiste, por lo que además de dejar su propia lección de supervivencia (de la que aún arrastra varios cabos sueltos), también retoma sus proyectos ‘estrella’, como el de la receta electrónica concertada. Una herramienta que, aunque no está disponible en cuatro comunidades autónomas, Muface sí que desvela que los mutualistas residentes en estos territorios tienen una vía para utilizar.
La receta electrónica concertada de Muface es uno de los proyectos más ambiciosos en materia digital. Este sistema, bautizado como Sirem, permite a los funcionarios y a los beneficiarios adscritos a la mutualidad retirar sus medicamentos sin necesidad de presentar un talonario en papel. Un proceso que sus compañeros que optan por el INSS (servicios autonómicos de salud) ya disponen desde hace varios años.
Sobre esa base se asienta la herramienta del modelo de Pallarés, un hito tecnológico que, tras esa crisis sin precedentes que sacudió a Muface, se ha reactivado con la vista a su implantación total en 2026. Y es que será entonces, previsiblemente durante el primer trimestre del año, cuando el modelo llevará Sirem a Andalucía, Cataluña, Castilla y León y Comunidad Valenciana, las cuatro comunidades que están en la ‘lista de espera’ de la receta concertada de Muface.
La conquista casi está completa. El mapa se dibuja poco a poco. Y esos cuatro territorios se traducirán en los últimos de la receta electrónica concertada de Muface en España. El modelo es consciente de ello, y con ese escenario en mente, ya comienza a desplegar las primeras instrucciones para los mutualistas. Concretamente, y como ha podido conocer Redacción Médica, la mutualidad ha emitido una clave dirigida a aquellos funcionarios residentes en esas comunidades donde Sirem aún no es una realidad.
Muface se dirige así a los funcionarios y beneficiarios de la mutualidad de Andalucía, Cataluña, Castilla y León y Comunidad Valenciana. Así, explica que siempre y cuando estas personas “se desplacen temporalmente” a una de las comunidades en las que se ha implantado este sistema “pueden igualmente obtener la receta electrónica y retirarla en las oficinas de dicha comunidad”.
Esto se centra en aquellos que durante el último periodo de permutas, que tuvo lugar durante el mes de junio, siguieron u optaron pasarse a la sanidad concertada de Muface. Un modelo que cuenta con Asisa y con Adeslas tras la salida de DKV del concierto sanitario, que fue firmado el 30 de abril en un acto que simbolizó el fin de la crisis sin precedentes de Muface.
La mutualidad dirigida por Pallarés deja, a su vez, otro apunte. “El visado deberán solicitarlo del modo habitual, es decir, con receta en papel y en su caso informe médico en las oficinas de Muface”, apunta el modelo en estas líneas dirigidas a los funcionarios y a sus familiares.
Hay que remontarse a 2020 para trazar el inicio de la receta electrónica concertada de Muface en España. Fue entonces cuando, en plena pandemia del Covid-19, Cantabria se convirtió en la pionera en el uso de Sirem.
Muface había dado luz verde a esta herramienta, pero no fue hasta 2022 cuando volvió a dar su siguiente movimiento. Ese año implantó la receta electrónica concertada a Asturias y Canarias. Unas comunidades a las que, en 2023, se sumaron Extremadura y la Rioja.
Pasaron los meses y llegó el 2024, el año en el que dio comienzo la crisis sin precedentes de Muface. Sin embargo, el que probablemente haya sido el mayor trance histórico de la mutualidad en sus 50 años no llegó hasta el mes de noviembre. Así, durante ese año Sirem aterrizó en Navarra, Murcia, Islas Baleares, y las ciudades autónomas, Ceuta y Melilla.
El inicio de la crisis sin precedentes de Muface paralizó el proyecto. La mutualidad se sumergió en unas negociaciones que en más de una ocasión hicieron temblar los cimientos de la sanidad concertada. Tres licitaciones, varias prórrogas y diversas prórrogas después, el concierto sanitario para los años 2025, 2026 y 2027 salió delante de la mano de Asisa y Adeslas. Quien no se presentó al último proceso licitador fue DKV, que aludió a los problemas financieros del sistema, y se descolgó finalmente del mutualismo administrativo.
Tras la firma del concierto, los proyectos de Muface volvieron a estar sobre la mesa. La implantación de la receta electrónica concertada se reactivó, y durante el mes de julio llegó a Castilla-La Mancha y Galicia. En septiembre Sirem aterrizó en Aragón, y durante noviembre se activó en Madrid y País Vasco.
El caso de Madrid fue uno de los más llamativos, y es que la directora general acudió a un evento de ‘celebración’ de la implantación de Sirem en la comunidad. Un acto en el que se congregaron diversas autoridades y en el que Pallarés dejó un mensaje: El aterrizaje de la receta electrónica concertada en Madrid suponía un “avance gigante”.
El 2025 llega a su fin, y Muface se queda sin tiempo. Al menos durante estos últimos días del año. En 2026, como ya ha deslizado en más de una ocasión la propia dirección general de la mutualidad, está previsto que este sistema aterrice en Andalucía, Castilla y León, Cataluña y Comunidad Valenciana. Será entonces cuando el mapa de la receta electrónica concertada de Muface esté completo.
La receta electrónica concertada de Muface es uno de los proyectos más ambiciosos en materia digital. Este sistema, bautizado como Sirem, permite a los funcionarios y a los beneficiarios adscritos a la mutualidad retirar sus medicamentos sin necesidad de presentar un talonario en papel. Un proceso que sus compañeros que optan por el INSS (servicios autonómicos de salud) ya disponen desde hace varios años.
La clave para usar la receta concertada de Muface
Sobre esa base se asienta la herramienta del modelo de Pallarés, un hito tecnológico que, tras esa crisis sin precedentes que sacudió a Muface, se ha reactivado con la vista a su implantación total en 2026. Y es que será entonces, previsiblemente durante el primer trimestre del año, cuando el modelo llevará Sirem a Andalucía, Cataluña, Castilla y León y Comunidad Valenciana, las cuatro comunidades que están en la ‘lista de espera’ de la receta concertada de Muface.
La conquista casi está completa. El mapa se dibuja poco a poco. Y esos cuatro territorios se traducirán en los últimos de la receta electrónica concertada de Muface en España. El modelo es consciente de ello, y con ese escenario en mente, ya comienza a desplegar las primeras instrucciones para los mutualistas. Concretamente, y como ha podido conocer Redacción Médica, la mutualidad ha emitido una clave dirigida a aquellos funcionarios residentes en esas comunidades donde Sirem aún no es una realidad.
Muface se dirige así a los funcionarios y beneficiarios de la mutualidad de Andalucía, Cataluña, Castilla y León y Comunidad Valenciana. Así, explica que siempre y cuando estas personas “se desplacen temporalmente” a una de las comunidades en las que se ha implantado este sistema “pueden igualmente obtener la receta electrónica y retirarla en las oficinas de dicha comunidad”.
Esto se centra en aquellos que durante el último periodo de permutas, que tuvo lugar durante el mes de junio, siguieron u optaron pasarse a la sanidad concertada de Muface. Un modelo que cuenta con Asisa y con Adeslas tras la salida de DKV del concierto sanitario, que fue firmado el 30 de abril en un acto que simbolizó el fin de la crisis sin precedentes de Muface.
La mutualidad dirigida por Pallarés deja, a su vez, otro apunte. “El visado deberán solicitarlo del modo habitual, es decir, con receta en papel y en su caso informe médico en las oficinas de Muface”, apunta el modelo en estas líneas dirigidas a los funcionarios y a sus familiares.
La receta concertada de Muface y su implantación
Hay que remontarse a 2020 para trazar el inicio de la receta electrónica concertada de Muface en España. Fue entonces cuando, en plena pandemia del Covid-19, Cantabria se convirtió en la pionera en el uso de Sirem.
Muface había dado luz verde a esta herramienta, pero no fue hasta 2022 cuando volvió a dar su siguiente movimiento. Ese año implantó la receta electrónica concertada a Asturias y Canarias. Unas comunidades a las que, en 2023, se sumaron Extremadura y la Rioja.
Pasaron los meses y llegó el 2024, el año en el que dio comienzo la crisis sin precedentes de Muface. Sin embargo, el que probablemente haya sido el mayor trance histórico de la mutualidad en sus 50 años no llegó hasta el mes de noviembre. Así, durante ese año Sirem aterrizó en Navarra, Murcia, Islas Baleares, y las ciudades autónomas, Ceuta y Melilla.
El inicio de la crisis sin precedentes de Muface paralizó el proyecto. La mutualidad se sumergió en unas negociaciones que en más de una ocasión hicieron temblar los cimientos de la sanidad concertada. Tres licitaciones, varias prórrogas y diversas prórrogas después, el concierto sanitario para los años 2025, 2026 y 2027 salió delante de la mano de Asisa y Adeslas. Quien no se presentó al último proceso licitador fue DKV, que aludió a los problemas financieros del sistema, y se descolgó finalmente del mutualismo administrativo.
Tras la firma del concierto, los proyectos de Muface volvieron a estar sobre la mesa. La implantación de la receta electrónica concertada se reactivó, y durante el mes de julio llegó a Castilla-La Mancha y Galicia. En septiembre Sirem aterrizó en Aragón, y durante noviembre se activó en Madrid y País Vasco.
El caso de Madrid fue uno de los más llamativos, y es que la directora general acudió a un evento de ‘celebración’ de la implantación de Sirem en la comunidad. Un acto en el que se congregaron diversas autoridades y en el que Pallarés dejó un mensaje: El aterrizaje de la receta electrónica concertada en Madrid suponía un “avance gigante”.
El 2025 llega a su fin, y Muface se queda sin tiempo. Al menos durante estos últimos días del año. En 2026, como ya ha deslizado en más de una ocasión la propia dirección general de la mutualidad, está previsto que este sistema aterrice en Andalucía, Castilla y León, Cataluña y Comunidad Valenciana. Será entonces cuando el mapa de la receta electrónica concertada de Muface esté completo.
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