Con el
certificado 'verde' en el horizonte, las restricciones a viajeros vacunados se antojan cada menos plausibles dentro de la UE. La duda es si las fronteras europeas se abrirán solo a las
vacunas aprobadas hasta ahora en el territorio o a la totalidad de fármacos que se aplican en todo el mundo, algunos de ellos, como es el caso de la china
Sinovac, con menor eficacia demostrada.
Los médicos, aunque
no son partidarios de establecer distinciones entre los inmunizados, dejan esta decisión en manos de organismos políticos europeos. "Las
diferencias de eficacia entre una y otra vacuna son pocas", aclara Vicente Matas, miembro del sindicato médico andaluz y de la Organización Médica Colegial (OMC), para quien lo "verdaderamente importante" es estar o no vacunado.
A aquellos que no lo estén se les deberán dar "opciones" para poder viajar, como, por ejemplo, presentar una "
PCR con 24, 48 o 72 horas de antelación", aclara Matas, partidario de una
homogeneización en las pruebas diagnósticas requeridas por cada país. Esto, en su opinión, evitará "una discriminación por razones de edad", ya que, para esas fechas todavía habrá muchos turistas europeos todavía sin vacunar.
Un certificado que va "demasiado lento"
En cualquier caso, la organización considera que la Unión Europea debería "haber
tomado ya una decisión" en cuanto al
certificado de vacunación, dejando "bastante claras" sus condiciones. Con una estrategia unificada aún por definir, creen que el proceso "va demasiado lento" y temen que, llegado el momento, haya "
27 certificados distintos" e incluso "18 distintos dentro de España".
Matas apremia en cuanto a dejar clara esta cuestión, puesto que la demanda turística que traerá el verano evitará "el
cierre de las empresas y el aumento del paro" provocados por la pandemia. "Hay que buscar un equlibrio", asegura el facultativo, quien, después de meses "encerrados", invita a
moverse este verano siempre "con cuidado".
Los facultativos van más allá a la hora de sugerir a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la creación de un
certificado "internacional" que permita unificar criterios de turismo en todo el mundo. "Primero a nivel europeo, de cara al verano y lo más pronto posible a nivel mundial".
"Habrá que ser muy cuidadosos"
José Antonio Forcada Segarra, enfermero de Salud Pública y presidente de la
Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac), aboga por la prudencia a este respecto, pero recuerda que "
la única vacuna mala es la que no se pone". El profesional sanitario recalca que existe confirmación de una altísima eficacia y efectividad en determinados fármacos, como todos los aprobadas por Europa, pero que en las vacunas que no están aprobadas por la agencia reguladora europea "no tenemos esa evidencia científica de que
su efectividad sea tan alta".
De hecho, subraya, se ha hablado de que la vacuna china tiene un 50-55 por ciento de efectividad. "Eso quiere decir que
mucha gente se va a quedar sin protección o con una protección no suficiente para contagiarse y enfermar. Por lo tanto, habrá que ser muy cuidadosos", recomienda. Además, considera que, en estos momentos, sería "más conveniente seguir jugando con el
tema de las PCR que con el certificado de vacunación".
En la misma línea que Matas, el presidente de Anenvac reconoce que esta es
una decisión que tomarán los políticos, "en función de sus intereses", y que no seguirán criterios puramente científicos. En este sentido, Forcada considera que tendría que tratarse de un carnet de inmunización, y no de un pasaporte, que explicite si se está vacunado, con qué fármaco y si, finalmente, se ha recibido la pauta completa. "Esta restricción de movilidad de acceso hay que valorarla desde un punto de vista ético y profesional", apostilla.
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