El 46 por ciento de los médicos afirman que alguna vez indicarían algún tipo de
tratamiento inocuo (como un placebo o incluso tratamiento
homeopático), que es poco probable que ayude pero menos probable es que haga daño,
a un paciente que no requiere tratamiento pero exige que se le dé algo. Así lo revela
un informe sobre ética médica en España elaborado por
Medscape.
Ante esta situación,
un 37 por ciento asegura que no lo haría mientras que un 17 por ciento sostiene que depende del caso. El porcentaje de médicos que recomendaría homeopatía asciende al 50 por ciento en el caso de las mujeres, mientras que con ellos desciende al 44 por ciento.
Un placebo es una sustancia proporcionada a un paciente y que el médico considera que no tiene un efecto farmacológico específico sobre la afección que se está tratando. De hecho, la
American Medical Association sostiene que el uso de estas sustancias sólo se deberían emplear cuando se tenga consentimiento de la paciente.
Informar sobre los riesgos de un tratamiento
Asimismo, ante una situación en la que se considera que un determinado tratamiento puede ayudar a un paciente, el 38 por ciento describiría los riesgos de una manera más amena para alentar al paciente a que firme el consentimiento informado. Mientras, un 48 asegura que no lo haría.
La firma del consentimiento informado se entiende como la aceptación de un paciente competente de un procedimiento diagnóstico o terapéutico, después de tener la información adecuada para implicarse libremente en la decisión clínica.
Aquellos que votan sí sostienen, igualmente, que lo harían sin restar información aunque con “empatía por encima de los fríos datos”. Mientras, al lado opuesto, los que dijeron que no, no destacaron la importancia de “explicar a todos por igual”, presentar la información de manera “clara y objetiva” para que el paciente “pueda determinar las decisiones más acertadas”.
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