El médico de la organización Médicos Sin Fronteras que ha navegado a bordo del Aquarius, David Beversluis, ha explicado que antes de llegar a suelo español, los migrantes que viajaban en la flota del Aquarius tenían "esperanzas de futuro" y ganas de llegar a Europa porque para muchos era la primera vez que pisaban el continente. "Había muchas sonrisas y están felices de estar aquí", ha indicado.
Así lo ha relatado en rueda de prensa en Valencia, en la que ha contado algunas de las vivencias de su experiencia durante los ocho días que ha durado su travesía por aguas del mediterráneo, tras la negativa de Italia a acogerlos. Ha detallado que los migrantes que navegaban a bordo de su embarcación tuvieron durante la travesía "fatiga y había mucho cansancio" y "muchas ganas de llegar a tierra".
Los casos más graves fueron una hipotermia y un joven nigeriano de unos 20 años al que tuvieron que reanimar porque cuando lo rescataron tenía mucha agua en sus pulmones y se estaba ahogando. "Hicimos muchas maniobras para reanimarlo y ahora está saludable. Para mí como médico es muy importante que todos los pacientes tengan una buena salud y este paciente que hace casi una semana se estaba muriendo, hoy está vivo" ha destacado.
Otro joven al que salvaron la vida en estado grave, ahora se encontraba mejor: "Cuando lo rescatamos pensaba que se iba a morir y tras días en el barco no se podía creer que estaba ahí", ha señalado.
Especialmente duros fueron los últimos días de viaje cuando los días de viaje empezaron a acusarse y hubo pacientes en situación "severa y crítica". Además, ha contado que hubo momentos de escasez de comida y nervios por el cambio de rumbo de Italia a España. Fue en ese momento, cuando algunos se interesaron por cómo era el país al que acudían o dónde estaba.
Hasta llegar a la costa valenciana, el médico ha señalado que registraron 21 casos de personas que sufrieron quemaduras en hasta el 10% de su cuerpo. "Ha sido duro para todos, pero en algunos momentos hemos visto esperanza también", ha subrayado para indicar que los menores que viajaban a bordo del Aquarius han llegado en condiciones "saludables".
Las historias dentro del Aquarius: siete meses en una carcel de Libia
Una de las historias "más difíciles" que escuchó, ha contado, fue el caso de un joven de Nigeria que llevaba siete meses en Libia, donde estuvo encarcelado y vivió "una de tortura sin comida y sin agua" y con el trauma de perder a su hermano en esa misma prisión. "Eso fue muy difícil de escuchar", ha admitido el médico.
Pese a lo "difícil" que ha admitido que ha sido esta experiencia, ha subrayado que como médico siente la responsabilidad de "cuidar a sus pacientes" y ser la voz "de aquellas personas que no pueden hablar". "Para mí esta experiencia ha sido la más difícil en todo el trabajo que he estado haciendo. He trabajado en otros países y con otras personas e historias y las de aquí un poco diferente porque en este caso hemos estado más cerca de las personas", ha indicado.
Balance final: 144 traslados y seis posibles ingresos
El subdirector de emergencias de la Generalitat valenciana, Jorge Suárez, hace balance con el 100% del pasaje ya examinado:144 de los migrantes han sido atendidos en hospitales por dolencias leves, cinco o seis personas podrían ser ingresados debido a enfermedades previas al rescate. 583 personas ha han sido identificadas. Hay 68 menores, 46 de ellos no acompañados.
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