Mario Gil, más conocido como
Marius Lekker, se encuentra terminando de editar uno de los vídeos que, próximamente, subirá en sus redes sociales momentos antes de coger la llamada de este periódico. Un año ha pasado desde
la última entrevista que
Redacción Médica hizo a este popular médico especializado en
Medicina Preventiva y Salud Pública. Desde entonces, sus números en las distintas redes sociales no han dejado de crecer, llegando a
780.000 en Youtube y más de 600.000 en Instagram; un verdadero ‘as’ dentro del sector del humor y, más en concreto, del relacionado con el
mundo sanitario.
Aunque Gil ya no es un 'novato' en esto de la creación de contenido, es reseñable que, en tan solo tres años, haya conseguido un número de seguidores que no tiene nada que envidiar de los actuales 'top' influencers del momento. Pero,
¿cómo lo ha conseguido? Pues centrando sus vídeos en algo que, en un primer momento no hacía:
la Medicina. “Había estudiado la carrera y tenía cierta facilidad con los
chistes de médicos y el humor sanitario. Lo plasmé en un vídeo inicial que tuvo bastante público y gustó”, ha explicado. De hecho, afirma que todavía “se sorprende” y
no ha parado de “flipar” desde que todo este periplo comenzó.
Por desgracia, el éxito trae consigo la
toma de decisiones difíciles. En el caso de Mario Gil, cada vez le llegaban más propuestas de congresos, colaboraciones, viajes y tenía que dedicarle más tiempo también al contenido que generaba. De esta forma, se dio cuenta que
compaginar ese crecimiento exponencial en las redes con
su trabajo como médico en el hospital cada vez era más complicado. Había una balanza y tenía que inclinarse en una de las dos partes. Tras consultarlo con su
hermano Natcher, también ‘influencer’, y con sus compañeros de servicio, tomó una de las decisiones más importantes de su vida:
abandonar el hospital para perseguir su sueño.
Dejar el hospital para centrarse en las redes sociales
“A pesar de que he dejado el hospital, yo siento que estoy en continuo contacto con la sanidad. Sigo dando
clases de Medicina en la Universidad CEU San Pablo,
soy docente en el máster de Salud Pública en Valencia y también
imparto un máster a médicos especialistas en Castilla-La Mancha”, ha explicado.
Esa decisión no fue fácil, ya que la Medicina siempre le ha gustado “mucho”, pero el hospital era la parte
“más inflexible” de todas las actividades que tenía en su día a día, y se ‘lanzó’ a
la aventura de ser autónomo, a las redes y a seguir con la docencia. Aún así, Gil reconoce que uno de los aspectos más importantes que le llevó a dejar su trabajo fue saber que, por su especialidad, un médico se
puede reincorporar y actualizar a pesar de estar un tiempo sin ejercer. “Yo creo que eso ayudó mucho”, ha reconocido.
Mario Gil en su 'setup' con el que crea contenido para las redes sociales.
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Volver a ejercer como médico tras dejar el hospital
A pesar de tener esa puerta abierta, realmente Mario Gil no sabe si en algún momento volverá a entrar por ella y reconoce tener dudas de lo que pueda suceder en un futuro. “Yo te diría que
sí me veo volviendo a ejercer. Me gusta mucho y estaría encantado de recuperar a mis compañeros del día a día que son médicos, de estar con ellos y de resolver problemas hospitalarios. Pero también creo que estoy haciendo una tarea bastante importante en las redes sociales
visibilizando algunos problemas más implícitos, como con los vídeos de difusión, donde con la vía del humor puedo llegar muy lejos concienciando sobre aspectos importantes de la sanidad”, ha aclarado.
"Yo te diría que sí que me veo volviendo a ejercer. Me gusta mucho y me encantaría estar de nuevo con mis compañeros y resolver problemas hospitalarios"
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La idea de dejar el hospital se convirtió en una realidad cuando Gil ya
ganaba con las redes un sueldo similar al que obtenía ejerciendo su profesión, y veía que, además,
había escalabilidad. Y aunque el tema económico es importante, realmente
no fue el motivo principal que le llevó a tomar esta decisión, sino el ser consciente de la importancia que tienen sus vídeos para su público:
cómo les impacta y cómo ellos te lo devuelven.
“¿Se gana más en las redes que trabajando como facultativo? Pues depende de cómo te posiciones y en el ámbito en el que te muevas. Por ejemplo,
donde más se cobra es en la moda y puedes tener 100.000 seguidores en este sector y estar muy bien posicionado, o tener 1.000.000 en el ámbito del humor y estar muy mal posicionado”, ha explicado.
La toxicidad en las redes sociales
La toxicidad y el ‘hate’ en las redes es una parte negativa que, prácticamente, no se puede borrar y hay que aprender a convivir con ello. En este sentido, una de las posibilidades ahora que ya no ejerce como médico es que haya usuarios que
le cuestionen la información que publica al no estar trabajando en un hospital. Ante esta hipotética situación, Gil afirma que lo ha pensado pero que
“no le asusta nada”. “Entre otras cosas porque yo creo que hay muchos profesores de Universidad, por ejemplo, que no ejercen en su día a día y, aún así, pueden actualizarse y leer, y creo que es muy importante. Al final, los que producen contenido no son exactamente los que
están en el barro”, ha subrayado.
Asimismo, ha vuelto a incidir en que él sigue sintiendo que mantiene su contacto con la sanidad a pesar de haber dejado el hospital, ya sea por los congresos, las formaciones o las campañas que realiza. Además, ha añadido que dentro de la Medicina Preventiva y Salud Pública hay varias áreas, y una de ellas
“no es muy” clínica. “Un buen
epidemiólogo puede ser una persona que sabe interpretar, interiorizar y transmitir los datos de una manera sencilla”, ha resaltado.
Publicación de su nuevo libro
Tras aparcar su faceta como médico, Gil ha tenido más tiempo libre, y lo ha dedicado a la creación de vídeos más elaborados y también a
escribir su propio libro, que recientemente ha sido publicado con el título
‘Despacito y mala letra, guía imprescindible para entender a tu médico’.
Con orgullo y mucho trabajo detrás, este facultativo explica que contiene
historias de médicos y de la propia Medicina contadas desde la ocurrencia, ya sea a través de vivencias suyas o sobre situaciones que le ocurren a todos los profesionales. “Por ejemplo, las cosas que pasan en el
primer año de residencia, o cómo piensa cada médico dependiendo de su especialidad”, ha detallado.
Con nuevas metas para el futuro, Gil espera poder dedicar más tiempo a algo que lleva tiempo queriendo hacer, pero sus responsabilidades hasta ahora no se lo permitían: crear vídeos sobre divulgación científica. “Puedo aprovechar el tirón para hacerlo, y siempre con un toque de humor”, ha concluido.
Mario Gil posando junto a su nuevo libro.
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