La Comisión Europea ha aprobado la adquisición del negocio de salud del consumidor de la farmacéutica alemana Boehringer Ingelheim por parte de la francesa Sanofi a condición de hagan ciertas desinversiones para garantizar que no merma la competencia.
Sanofi se ha comprometido a deshacerse o bien de su negocio o del de Böhringer Ingelheim en los mercados problemáticos identificados por el Ejecutivo comunitario. Se trata de los antiespasmódicos en República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Polonia y Eslovaquia, productos contra el estreñimiento en República Checa, para la tos en República Checa, Grecia e Irlanda y para el dolor de cabeza en Francia.
En estos mercados, la Comisión tenía la preocupación de que la operación propuesta habría llevado a precios más altos y una menor elección para los consumidores porque ambas compañías tenían marcas muy fuertes y no existían alternativas en el mercado, lo que habría mermado la competencia.
Los compromisos ofrecidos por Sanofi abordan "todas las preocupaciones de competencia de la Comisión", ha confirmado el Ejecutivo comunitario en un comunicado, en el que deja claro que el visto bueno está condicionado al "pleno" cumplimiento de los compromisos de desinversión.
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