Cristina Alcalá / Imagen: Joana Huertas. Madrid
La vida laboral de Luis Mayero es muy intensa. Sus 30 años formando parte de Asisa, donde ocupa el puesto delegado en Madrid, dan buena fe de ello. Por si fuera poco, desde el pasado mes de diciembre ha cogido el testigo de Juan Abarca Cidón como secretario general de Instituto para el Desarrollo y la Integración de la Sanidad (IDIS), organización a la que lleva ligado desde su nacimiento hace un lustro. Pero no todo en la vida es trabajar, y Mayero lo tiene muy claro. Una vez cierra la puerta del despacho, este madrileño que se declara fan de Quentin Tarantino dedica todo su tiempo a dos aficiones que comparte estrechamente con su familia: ver películas e ir a la ópera. La primera le permite ir al cine con sus hijos al menos una vez por semana; la segunda, perseguir por medio mundo los mejores estrenos junto a su mujer.
¿Por qué decidió estudiar Medicina?
En mi familia nunca ha habido ningún médico, ni por parte de madre ni de padre. Elegí Medicina porque siempre me he considerado un buen estudiante y tenía más interés por las ciencias que por las letras.
¿Qué especialidad cursó?
Tras cursar la carrera en la Universidad Complutense de Madrid, hice la especialidad de Análisis Clínicos en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y más tarde la de Medicina Legal. He estado trabajando en el Instituto Nacional de Toxicología, donde fui jefe del departamento de Información Toxicológica, y desde hace cinco años tengo la excedencia en el área de Medicina Forense.
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