El número total de registros del
testamento vital ha pasado de 145.000 en enero de 2013 a 402.761 en el mismo mes de 2023. Las cifras, que ha hecho públicas el
Ministerio de Sanidad, registran una aumento paulatino de inscripciones de este documento en el que quedan registradas las últimas voluntades de los
pacientes, que casi ha triplicado su cifra a lo largo de una década.
Desde que se se realizó la sincronicación completa de los registros autonómicos con el nacional, en enero de 2013,
Cataluña se ha situado a la cabeza del ránking con un mayor
número de inscripciones de testamentos vitales en España. En total la comunidad catalana han comunicado un total de 110.294 documentos de últimas voluntades, lo que confirma que se trata del territorio nacional con más trámites.
La cifra de
Cataluña dobla a la segunda en el ránking,
Andalucía, que actualmente cuenta con 49.072 registros en todo su territorio. En el año 2013, la comunidad andaluza comunicó al Ministerio de Sanidad un total de 23.397 testamentos vitales.
En el otro lado de la balanza como la comunidad en la que menor popularidad está experimentando el testamento vital, se sitúa
Extremadura que en diez años desde que se integró el registro autonómico con el nacional solo ha aumentado el volumen de inscripciones en 1.606, pasando de los 1.039 que anotaba en 2013 a los 2.645 que hay actualmente.
El testamento vital es cosa de mujeres
Según el registro del
Ministerio de Sanidad, el perfil del
paciente que tramita el documento de últimas voluntades es mayoritariamente mujer, reside en Navarra y tiene una edad superior a los 65 años. La tasa por cada 1.000 habitantes en este territorio ha aumentado del 20,62 que marcaba en octubre de 2022, último mes con datos oficiales de ese año, a los 22,36 que tiene actualemente.
La tasa nacional por cada mil habitantes se sitúa en 8,48, de los que 5,18 son mujeres y 3,04 son hombres. Las cifras totales reflejan que hay casi 100.000
mujeres más que hombres en este registro, con un total a enero de 2023 de 245.974 perfiles femeninos (61,07 por ciento) frente a los 144.128 masculinos (35,78 por ciento).
El documento de últimas voluntades no cuenta con demasiada popularidad entre los españoles. Las cifras publicadas por Sanidad reflejan que solo el 0,84 por ciento de los pacientes han comuncado oficialmente las
instrucciones y disposiciones sobre el cuerpo y sus órganos post-mortem.
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