Cristina Alcalá. Madrid
“No”. Esa es la respuesta que dan los sindicatos sanitarios a la idea de Ciudadanos de implantar en el sistema público un modelo de exclusividad laboral 'obligatorio', al considerar que atenta contra la libertad del profesional de elegir en qué campo quiere trabajar, según sus necesidades.
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Rafael Reig, Antonio Cabrera y Francisco Miralles.
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En su último libro, Albert Rivera, líder de esta formación, plantea la posibilidad de que los profesionales que se dedican al sector público lo hagan exclusivamente en él, y no atiendan en consultas privadas, prohibiendo compaginar ambos campos. Para incentivarles, promete fijar un complemento salarial más alto del que actualmente perciben estos sanitarios, aunque sin especificar cuánto aumentaría este sueldo, una medida que ya aplican a día de hoy algunas comunidades, que ofrecen un ‘plus’ por esa exclusividad.
Sin embargo, la iniciativa no ha encontrado mucho apoyo desde el sector sindical. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), representada por Francisco Miralles, es la organización que más tajante se muestra. “Nosotros estamos en contra de la exclusividad”, afirma el secretario general a Redacción Médica, ya que considera que España ya cuenta con una ley de compatibilidades laborales como para implantar un modelo exclusivo que solo “coarta las libertades de los trabajadores”.
Dudas sobre la subida de los sueldos
Asimismo, Miralles desconfía plenamente de que puedan compensar los sueldos de aquellos facultativos que compaginan la actividad privada con la pública y se pasen a esta última. “Para implantar esa exclusividad, el Gobierno debería pagar al médico el triple de lo que gana ahora”. Una propuesta impensable con el actual panorama económico del país, según el líder sindical. “Es una medida demagógica”, acuerda en señalar el representante de los asuntos sanitarios de CCOO, Antonio Cabrera. “Si no pueden ni devolver las pagas extras que deben a los sanitarios, ¿cómo van a elevar los sueldos? Es inviable sin una reforma fiscal”, zanja.
Para ambos, la iniciativa del partido naranja presenta más contras que pros, ya que no solo “se cargaría la sanidad privada”, donde más del 50 por ciento del personal trabaja también en la pública, destaca Miralles, sino que, además, el modelo retributivo es diferente entre las comunidades autónomas, las dueñas de las competencias sanitarias en España, por lo que generaría más desigualdades salariales de las que ya existen, apunta Cabrera. El representante de CCOO solo ve con buenos ojos el plan de Ciudadanos si se plantea para puestos de responsabilidad, aquellos donde se pueden dar “puertas giratorias” entre la sanidad pública y la privada, pero, en ningún caso, “en el trabajador mileurista”.
Satse, el verso suelto
El sindicato de enfermería Satse es el único de los consultados por este periódico que se muestra más partidario de aplicar la medida, aunque con matices. Tal y como detalla su representante, Rafael Reig, la única forma de aplicarla sería con una situación económica boyante, que permita elevar el salario de los trabajadores y alejarlo de los “actuales sueldos miserables que se pagan en la sanidad del país”, remarca.
Para Reig, la defensa de la libertad de elección de los profesionales es importante, pero lo es más salvaguardar el nivel de cobertura del Sistema Nacional de Salud (SNS), a través de unas plantillas suficientes. “Abogamos por la dignificación de los salarios públicos” y más para el colectivo que él defiende, donde en los últimos años de crisis económica ha perdido cerca del 25 por ciento del poder adquisitivo.
No obstante, los tres representantes acuerdan en señalar que implantar la exclusividad laboral 'obligatoria' en la sanidad pública del país beneficiaría a la contratación, ya que el sector privado dejaría huecos que podrían cubrirse con personal en paro, por lo que el desempleo en el sector tendría un respiro.
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