La
campaña de vacunación contra la gripe hace aguas entre los profesionales sanitarios desde el primer año tras la pandemia de coronavirus. Pese al repunte en el nivel de inoculación de vacunas coincidiendo con el inicio de la crisis sanitaria, desde 2020 el porcentaje de cobertura no ha dejado de menguar. De hecho, en 2022, el último dato nacional disponible hasta la fecha, la mitad de los trabajadores del
Sistema Nacional de Salud (SNS) no se puso la vacuna. Además, fuentes profesionales apuntan a que la tendencia que observan, al menos hasta estos primeros días de enero, es que las vacunaciones
caerán en este 2023.
De acuerdo al portal estadístico del
Ministerio de Sanidad, en 2017, primer año que aparece en la serie histórica, sólo se vacunó de gripe el 31,09 por ciento del personal sanitario. La cifra experimentó una subida progresiva en los años posteriores -el 35,01 por ciento en 2018 y el 39,08 por ciento en 2019-, hasta subir de forma exponencial en 2020, el año del estallido de la
pandemia de coronavirus, cuando se alcanzó el 65,58 por ciento de media nacional.
Sin embargo, a partir de entonces, la curva de vacunación comenzó a pinchar y a experimentar una caída, si no en picado, sí también progresiva, como la subida previa. En 2021, el porcentaje de
sanitarios que se vacunaron contra la gripe cayó cerca de cuatro puntos, hasta el 59,97 por ciento, pero es que la cifra se desplomó en algo más de nueve puntos de un año a otro, hasta el 50,84 por ciento de 2022, unos dígitos que, no obstante, se mantuvieron por encima de los niveles de vacunación previos a la pandemia.
Para confirmar si el nivel de
inoculación de vacunas antigripe a profesionales sanitarios sigue en pleno descenso en pleno
repunte de los casos de virus respiratorios, habrá que esperar a que finalice la actual campaña. Dado que se trata de una competencia transferida a las comunidades autónomas, no será hasta entonces cuando se centralicen las cifras, una vez que las regiones las remitan a Sanidad, tal y como señalan a este medio fuentes del propio ministerio.
En cualquier caso, entre los objetivos del programa de vacunación del año pasado, el departamento que entonces dirigía
José Miñones se puso como meta que el nivel de
cobertura de vacunación contra la gripe entre el personal sanitario fuera igual o mayor del 75 por ciento en 2025, un horizonte lejano, teniendo en cuenta el porcentaje de 2022 y la tendencia a la baja desde 2020, aunque aún haya margen para alcanzarlo.
Valencia y Cataluña, donde más y menos se vacunan los sanitarios
En cuanto a los datos por comunidades autónomas, la
Comunidad Valenciana es la que registró en 2022 el mayor porcentaje de vacunación contra la gripe entre sanitarios, el 80,16 por ciento. Es más, en 2021 casi la totalidad de los profesionales valencianos del SNS se vacunó: el 94,47 por ciento, más de treinta puntos por encima de la cifra de 2020, que, con el 62,02 por ciento, se había quedado por debajo de la media española.
Aparte de la Comunidad Valenciana, superaron el porcentaje nacional de 2022
Asturias -68,04 por ciento-,
Galicia -65,13 por ciento-,
Navarra -61,05 por ciento-,
Castilla-La Mancha -60,89 por ciento-,
Castilla y León -57,97 por ciento-,
Canarias -54,16 por ciento-,
Andalucía -52,69 por ciento-,
País Vasco -52,3 por ciento- y
Cantabria -51,92 por ciento-.
En el otro lado de la balanza se halla
Cataluña, con un pobre 29,67 por ciento, dato comparable al de las dos ciudades autónomas,
Ceuta y Melilla, con un 34,21 y un 29,73 por ciento, respectivamente. En el caso de la región catalana, de hecho, sólo en 2019 y en 2021 el nivel de vacunación contra la gripe de sus sanitarios superó el 30 por ciento. Sanidad no cuenta con datos de 2020 en este sentido.
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