Los 'Rubiales' de la sanidad son pacientes en vez de jefes y casi no quedan

El caso Rubiales ha vuelto a poner en el foco la aún presencia de actitudes machistas en el ámbito sanitario. Médicas y enfermeras, aunque también sanitarios hombres, relatan a Redacción Médica los micromachismos más habituales con los que conviven en su día a día tanto en entornos asistenciales como académicos de la sanidad. Todas las voces coinciden en que la alta feminización del sector ha estrechado el cerco al machismo, que cada vez es menos frecuente, y que estas actitudes proceden en mayor parte de los pacientes que de sus jefes o compañeros. Las sanitarias lamentan que aunque los enfermos no son sus superiores jerárquicos, estos apelan a una supuesta superioridad alegando que son quienes pagan a quien les atiende con sus impuestos y se hacen propio el mantra de que 'el paciente siempre lleva la razón'.

"No es algo generalizado, pero hay casos particulares", explica la secretaria técnica de Igualdad de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Rocío Fernández. Hace décadas que la mujer ha ido ganando terreno en sanidad y es un ámbito con alta feminización, lo que ha estrechado el cerco a los micromachismos. Además, la tecnificación del sector ha eliminado cualquier limitación física para que ellas puedan desarrollar la especialidad médica que deseen, según añade Fernández.

"Ciertas situaciones en sanidad de superioridad por parte del hombre se podrían dar más en el pasado", asegura Fernández, quien lamenta que a la mujer aún le cuesta "alcanzar puestos directivos". El grosor del llamado techo de cristal cada vez es menor y las actitudes machistas por parte de compañeros aún existen, aunque cada vez menos, en los distintos ámbitos de la sanidad, como asistenciales, académicos o de investigación.

Por su parte, las generaciones más jóvenes de médicos inciden en que "los problemas presentes en la sociedad no son ajenos en el ámbito sanitario" e indican que los micromachismos proceden en mayor medida por parte de los pacientes que de los compañeros. Laura Cortese, R3 de Medicina de Familia, detalla que gran parte de la población de más edad asocia el rol del médico con el género masculino. Por ello, a modo de ejemplo, explica que en una ocasión que no se presentó a su paciente como médico, tras valorarlo y entregarle el informe, el enfermo preguntó: "¿Y cuándo viene el médico a verme?".

Cortese lamenta también que en el trabajo hay pacientes que aún usan calificativos como "niña", "guapa" o "cariño", mientras que con los hombres no sucede, y a ellos les tratan de usted y "a nosotras nos tutean, en cualquier rango de edad". El presidente de la Asociación MIR España, Juan Jiménez, también relata casos de discriminación como ocasiones en que la médica está acompañada de un estudiante en prácticas y el paciente piensa que el doctor es él y no ella. En este sentido, uno de los más recientes estudios sobre el machismo en el entorno sanitario, elaborado en 2022 por Metges de Catalunya, arroja que el 73 por ciento de las médicas han sufrido actitudes machistas por parte de los pacientes y un 41 por ciento las han sufrido por parte de compañeros o superiores jerárquicos.

Otras situaciones de machismo y prevención

La generación más joven del ámbito sanitario, los residentes, también coinciden en que en ocasiones a las mujeres se les hace más difícil hacerse respetar y que su opinión sea tenida en cuenta de cara al trato con el público. Además, Jiménez señala que la discriminación a la mujer también se extiende a la atención a la mujer, ya que hay diversos estudios que determinan que ciertas enfermedades o trastornos son infradiagnosticados si la paciente es mujer y se les sobrediagnostican otros.

La secretaria técnica de Igualdad de CESM pone en valor que los sanitarios gozan de la ventaja de tener formación y cada vez más en protocolos de violencia de género para atender a pacientes susceptibles de haber sufrido esta situación. Por ello, en casos de discriminación en el entorno laboral tienen a su alcance más recursos para hacer frente a ella e insta a las administraciones autonómicas a implementar sus comisiones de igualdad de sanidad, ya que es un foro donde detectar donde se producen de forma más repetida estas situaciones y se pone sobre la mesa la forma de erradicar el problema.

Así también, las nuevas generaciones confían en que en un futuro los micromachismos en el ámbito sanitario sean cada vez menos frecuentes hasta eliminarlas, coincidiendo con que "el futuro de la Medicina continuará siendo más femenino que masculino", en palabras de Jiménez.