Sandra Melgarejo. Lleida
Los roles en la relación médico-paciente están cambiando. “Los pacientes quieren ser tomados en serio y formar parte del proceso”, ha comentado Marta Ferrero, vocal y responsable del Área Social de la Sociedad Española de Neurología (SEN), quien ha moderado uno de los debates de la II Conferencia Nacional de la Especialidad de Neurología, celebrada los días 7 y 8 de mayo en Lleida. Ferrero ha abogado por la Medicina participativa, en la que “médicos y pacientes trabajan juntos, con respeto mutuo y colaboración”.
Marta Ferrero, Rocío García-Ramos, Noemí Morollón, José Ramón Ara y Pedro Carrascal.
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Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) juegan un importante papel en este nuevo escenario. En primer lugar, según la vocal de la SEN, “son útiles como apoyo, pero lo que los pacientes quieren es un trato humano cálido”. En este sentido, José Ramón Ara, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, ha criticado que “se está olvidando la necesidad de conectar con el paciente”. Y en segundo lugar, el acceso a las TIC ha modificado la transmisión de la información, que ya no es vertical sino horizontal, puesto que el paciente llega con muchos conocimientos a la consulta, como ha explicado Ara.
Es más, “se usa Google para todo”, ha afirmado Pedro Carrascal, director ejecutivo de Esclerosis Múltiple España (EME). “El paciente trata de buscar por su cuenta lo que no ha encontrado en la consulta”, ha señalado, al tiempo que ha recordado que lo que el enfermo quiere es “que el médico le comprenda cuando se enfrenta al diagnóstico”.
Sin embargo, la neuróloga joven Noemí Morollón, ha reconocido que, durante la carrera de Medicina, “se aprenden muchos conocimientos teóricos y técnicos, pero hay una carencia en habilidades comunicativas que favorezcan la relación médico-paciente”. Morollón, quien acaba de finalizar su formación MIR, ha señalado que esta destreza se adquiere a través de la práctica y de ver cómo actúan otros médicos.
En la misma línea se ha manifestado Rocío García-Ramos, secretaria de la Junta Directiva de la SEN: “El médico no está formado en estas habilidades”. En su opinión, el profesional sanitario debe “identificar qué tipo de paciente tiene delante y saber adaptarse”. García-Ramos ha indicado que el cambio del paciente radica en que “está más informado, es más exigente y tiene más expectativas puestas en la ciencia”. “Compartir con él la toma de decisiones y tener en cuenta sus necesidades individuales y su idiosincrasia mejora la adherencia al tratamiento”, ha asegurado.