A pesar de ser nocivo, el tabaco también está presente en el mundo sanitario, pero no por igual entre sus profesiones. De hecho, los médicos son los profesionales que menos fuman del hospital (16,4 por ciento), según el último estudio de la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología.
A ellos les siguen el personal de Enfermería, donde fuma el 25,4 por ciento de la plantillan; el personal administrativo (29,2 por ciento) y otros trabajadores del hospital (31,7 por ciento). Al otro lado de la balanza, los auxiliares de Enfermería son los trabajadores que más tabaco consumen en este tipo de centro, y se da en cuatro de cada 10 profesionales, según este informe.
En términos generales, el porcentaje de fumadores que se dedican al mundo de la salud asciende a un 28 por ciento, muy por debajo de la cifra de la población general en edad laboral (34,5 por ciento), indica el Instituto Catalán de Oncología. Para su estudio, esta entidad ha entrevistado a más de 7.000 representantes de diferentes colectivos.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) publicó un informe similar a primeros de año, donde detectó que el tabaquismo se reconoce como un trastorno crónico por 58,2 por ciento de los profesionales de la salud. Asimismo, el 54,6 por ciento sabía que la intervención más eficaz para ayudar a dejar es una combinación de tratamiento psicológico y farmacológico.
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