Fernando Carballo, presidente de la
Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) reconoce que no le ha sorprendido el contenido del
informe dado a conocer por la
Agencia Tributaria que indica que los profesionales sanitarios tienen que tributar por las transferencias de valor que reciben de la industria farmacéutica (viajes, alojamientos, dietas), “sino que el
Ministerio de Hacienda haya decidido aplicar esa doctrina en la actualidad. Estábamos a la espera de cómo marcharan las negociaciones, pero nos devuelve a la casilla de salida. No lo entendemos”, admite.
En declaraciones a Redacción Médica, no descarta que Hacienda lleve a cabo "
inspecciones individuales a médicos" y asegura que si eso ocurre
"nos posicionaremos. Si tiene lugar una campaña de este tipo es que el Ministerio de Hacienda, por razones que no alcanzo a comprender,
ha decidido atacar a la profesión médica”.
Ante esta situación, Facme ya ha enviado por los canales oficiales las consultas correspondientes al
Ministerio de Sanidad “para saber qué alcance tiene esta decisión, qué cambia… o si es un
proceso simplemente administrativo de la agencia y que no va a perjudicar el que podamos seguir trabajando en una regulación de la formación continuada de calidad e independiente”, indica Carballo.
Eso sí, considera que es la industria farmacéutica la que “más se ha quedado ‘out’ con el informe, puesto que
es la que no ha practicado las retenciones correspondientes”.
Opciones
De hecho, el especialista gallego alberga la esperanza de que el criterio de la Agencia Tributaria no se llegue aplicar y sí el contenido de la proposición no de ley que se aprobara hace unos meses en el
Congreso de los Diputados. En este sentido no se adhiere en concreto a ninguno de los modelos propuestos por los partidos tras la crisis abierta por criterio fiscal.
“No nos preocupa quién administre el dinero
sino que el modelo de formación continuada ligado a las sociedades científicas no sea compartido”, precisa. “Lo que pedimos a los políticos es ver cómo se gestiona esto, si crear más conflictos adicionales con la industria farmacéutica”.
Así mismo, reitera que es necesario una “
fórmula normativa” que ponga negro sobre blanco el modelo de formación médica continuada en España.
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