A pesar de que las
pseudociencias, particularmente la homeopatía, han quedado
desterradas de las formación oficial en la universidades públicas españolas, tanto en grado como en másters, todavía quedan en España al menos 6 de estas instituciones que dan cobijo a estas técnicas en su oferta de estudios, aunque bajo la naturaleza de
'títulos propios'.
Según ha podido averiguar
Redacción Médica tras revisar los
programas formativos de todas las universidades públicas de España, una media docena de ellas ofertan formación relacionada con las
pseudociencias, siempre como
títulos propios, claro.
Los centros que lo hacen son: la Universidad de Barcelona (
máster propio en intervenciones complementarias a las curas enfermeras); la Universitat Rovira i Virgili (un diploma de postgrado de
reflexoterapia podal); la Universidad de Valencia (un máster propio de Acupuntura); la Universidad Complutense de Madrid (un máster propio en
Medicina Natural); la Universidad de Cádiz (un curso de experto universitario en
Terapias Naturales, incluyendo contenidos relacionados con la vibracionales); y la Universidad de Extremadura (un curso de postgrado de acupuntura y moxibustión).
El desacuerdo en la osteopatía
Algunas universidades españolas también ofertan títulos propios en
osteopatía, una de las
terapias o pseudoterapias más discutidas por los facultativos. Fuentes oficiales de la
Sociedad Española de Fisioterapeutas han asegurado a
Redacción Médica que: "No consideramos a la
osteopatía una pseudoterapia siempre que esté regulada y que se base en la
evidencia científica".
Por el contrario, la
Organización Médica Colegial (OMC)
sí que considera a la osteopatía una pseudoterapia y las clasifica dentro de las llamadas "Prácticas de manipulación y basadas en el cuerpo", en las que también se enmarcan la acupuntura, la reflexología, la terapia neural y la kinesiología holística.
En la misma línea se postula
Vicente Baos, médico de Familia y profesor de Fisioterapia en la Universidad de La Salle, quien ha afirmado que la osteopatía sí que debe ser considerada una
pseudoterapia dado que "no tiene evidencia científica" y "es una modalidad terapéutica que no se admite dentro de la fisioterapia y
no tiene el reconocimiento por parte del Ministerio de Educación".
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