En las profesiones sanitarias, quizá como ejemplo del contexto general, los jóvenes son los que se llevan la peor parte según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para el mes de marzo.
Así, los que han cursado el grado de Medicina han visto cómo marzo les dejaba un aumento del desempleo del 68,57 por ciento (un desmesurado 883,33 por cien respecto al mismo mes de 2015). La misma estela han seguido sus homólogos de Farmacia, donde el crecimiento ha sido del 25,13 por ciento. Más suerte han tenido, en cambio, los enfermeros, donde se ha reducido el paro en un 2,97 por cien.
Distinta situación han tenido los que cursaron los antiguos planes de estudio. Los licenciados en Medicina han visto caer el paro un 7,68 por ciento, lo que anualmente representa un descenso del 23,37 por cien. Así, actualmente hay 1.610 médicos en paro. Después, los que se diplomaron en Enfermería han tenido un nivel de paro que ha caído un 13,27 por ciento en marzo, claro que aquí los profesionales sin trabajo son 7.504 personas, una cifra muy por encima de los facultativos. Finalmente, los licenciados en Farmacia han cerrado marzo con un sensible 1,01 por ciento, con 2.936 farmacéuticos en desempleo.
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