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Los investigadores denuncian el recorte de 20.000 millones en I+D

Critican el recurso de justificarlo por la crisis puesto que "hoy es menos creíble que nunca"

Dos profesionales trabajan en un laboratorio.

04 oct 2017. 16.50H
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POR REDACCIÓN
Desde 2009 se ha acumulado un déficit en inversión en I+D+i que supera los 20.000 millones de euros. Esa es la principal denuncia que hace la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce) a través de su informe Análisis de los recursos destinados a I+D+i contenidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobados para el año 2017

Según sus conclusiones, este agujero se debe a la sucesión de recortes desde ese año, de los que la mitad correspondería a fondos no financieros -subvenciones-, algo que "ha puesto en serias dificultades un sistema de innovación que lentamente se había construido en las décadas finales del siglo XX". 

La Confederación critica además que todas las reducciones se han hecho en un contexto de adelgazamiento del sistema de innovación y que el recurso de justificar esta situación a causa de la crisis "es hoy menos creíble que nunca, porque los hechos muestran una recuperación económica no despreciable". 

En 2017 los presupuestos para ciencia son sólo un 1,31 por ciento más que los del año anterior


Además, según el informe, la caída en I+D+i ha sido superior a la de los presupuestos generales, algo que muestra "la nula prioridad que tienen las políticas de ciencia" en España, uno de los países de la OCDE donde más han caído los presupuestos científicos. 

Crecimiento por debajo de la inflación

Según los datos analizados por los expertos de la COSCE, los PGE disponen para 2017 de 6.513,78 millones de euros, que representan 84,18 millones más que en 2016, lo que supone un incremento del 1,31 por ciento, pero que resulta inferior a la inflación prevista para 2017.

En cuanto a la distribución por tipos de fondos, el informe destaca que en 2017 los fondos financieros (préstamos) volvieron a crecer -a pesar del importante aumento en volumen y en porcentaje de la no ejecución de estos fondos en 2016- mientras que los no financieros (subvenciones) disminuyeron. Si a esto se añade que los presupuestos incluyen partidas para pagos por obligaciones de años anteriores (no pagados posiblemente por el cierre anticipado del Ejercicio), resulta que el presupuesto real para el año es algo menor. 

Un 62 por ciento sin ejecutar

El informe de la COSCE señala además que casi un 62 por ciento de los presupuestos no se acabó utilizando en 2016, lo que le convierte en el año con un menor porcentaje del presupuesto ejecutado.

Aunque la mayor parte de los recursos no ejecutados corresponden a las partidas de créditos financieros, existe también un remanente respecto de los recursos no financieros. Según los datos que maneja la COSCE, cerca de 230 millones de euros, el 18 por ciento del total de este tipo de recursos, se quedaron sin utilizar, lo que es, según Nazario Martín, presidente de la COSCE, “especialmente preocupante, dada la escasez de recursos disponibles”.

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