La
Asamblea Nacional de Homeopatía ha querido salir al paso de un estudio que golpea donde más duele: la cartera. Un trabajo publicado en
Plos One advierte que los tratamientos complementarios en Alemania
incrementan los costes de la atención sanitaria.
El estudio ha motivado una
pregunta de
Francisco Igea, portavoz parlamentario de Sanidad de Ciudadanos, en el
Congreso de los Diputados. Por lo que la Asamblea (un grupo de médicos, farmacéuticos y veterinarios partidarios de la homeopatía) ha respondido que el coste de esta
pseudoterapia no repercute en el Estado “salvo para ahorrarle unos gastos que son asumidos directamente por los ciudadanos”.
El problema es que
no rebate en ningún momento los resultados del estudio alemán, sino que señala que éste “no analiza resultados clínicos ni efectividad” y que hay otros estudios “que demuestran precisamente lo contrario” sin señalar cuáles.
Otros argumentos que esgrime esta entidad es que “los médicos homeópatas dedicaban más tiempo a sus pacientes que los médicos convencionales” y que “sólo el 13 por ciento de los costes del grupo de homeopatía fueron debidos al médico homeópata”.
Como defensa, también destaca que “el estudio reconoce que los pacientes que complementan las terapias convencionales con las integrativas tienen una
mayor conciencia sobre su salud y mayores expectativas sobre su propio bienestar”.
Así pues, su defensa se basa en las
expectativas del paciente, pero no en resultados clínicos reales. De esta forma ha pasado la Asamblea a defender que la homeopatía es eficaz, sin evidencia científica que la avale, que ofrece resultados clínicos positivos, sin pruebas científicas tampoco, y ahora, también sin datos que lo demuestren, que ahorran gastos al Estado.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.