Los españoles han reducido sus
gastos en servicios médicos y hospitalarios en el último año, según la última encuesta de las cuentas no financieras que
publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, un 2 por ciento y un 4,2 por ciento de variación interanual en 2016 respecto al año anterior, respectivamente.
Según las cifras, el dinero destinado a
servicios hospitalarios acumula dos años de caídas, ya que en 2015 también disminuyó un 7,9 por ciento, alcanzando la mayor reducción de la serie histórica desde 1996, un recorte que se produjo después de que el año antes el crecimiento hubiera sido del 12,5 por ciento respecto a 2013. Aunque amplia, esta subida no llega a ser la más alta, ya que en
2011 la variación interanual de gasto fue del 13,1 por ciento en esta partida.
Algo mejor es la situación respecto a los
gastos en servicios médicos y paramédicos extrahospitalarios, que en
2016 cayó un 2 por ciento, pero que llevaba dos años creciendo. En concreto, un 4,4 por ciento en 2014 y un 1,9 en 2015, aunque el dato queda lejos del 11,3 por ciento más que se registró en 2000, cuando el gasto en servicios médicos subió un 11,3 por ciento.
En este sentido, los hogares españoles hicieron su mayor recorte en las dispensas en estos servicios en 2013, al sumar un 3 por ciento menos que el año anterior, la mayor caída de la serie.
Más en medicamentos
Más positiva ha sido la evolución de los gastos de los hogares en
medicamentos y otros productos farmacéuticos, con un
único descenso desde 1996: un recorte del 0,3 por ciento en 2014 respecto a 2013. Un año antes, por el contrario, se produjo el mayor incremento, del 11,6 por ciento.
En este sentido, los hogares españoles han ido aumentando progresivamente su gasto en medicamentos en los últimos años pese a esa caída de 2014. En 2015 el aumento fue del 7,6 por ciento, mientras que el año pasado el incremento se estancó en el 6,7 por ciento.
En el cómputo general, los
gastos de los españoles en salud crecieron en el último año un 1,5 por ciento en un sector que
no refleja pérdidas desde 2009, cuando cedió un 1,9 por ciento. La subida es similar al 1,4 por ciento que experimentaron las bebidas alcohólicas y el tabaco o narcóticos y al 1,1 por ciento que ha aumentado el gasto en transporte, aunque queda lejos del 9,5 por ciento de las comunicaciones y del 7,2 por ciento más que destinaron los hogares en 2016 a hoteles, cafés y restaurantes y a otros bienes y servicios.
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