Los funcionarios que sí tendrán 'Muface': "Ha sido una victoria silenciosa"

Un nuevo capítulo. Eso es a lo que se enfrenta estos días el mutualismo administrativo, que en los últimos tres meses se ha visto sumido en una oleada de incertidumbre que no ha hecho más que acrecentar el nerviosismo. La crisis sin precendentes de Muface, ha arrollado con todo a su paso. Y ha tenido efectos colaterales. Sus 'hermanos', Mugeju (que dota de asistencia sanitaria a jueces, fiscales y el resto de personal de la Administración de Justicia) e Isfas (que hace lo propio con las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil), han sufrido sus consecuencias. La mutualidad de los jueces perdió a la mitad de sus aseguradoras y un recurso dilató el proceso durante más de dos meses. Pero para ellos, al contrario que para su hermano mayor, ya ha llegado la calma. 

La celebración no ha tardado en llegar "Ha sido una victoria silenciosa". Así lo puntualiza Iñaki Unibaso (Asturias, 54 años). Él está afiliado a Isfas (que ya tiene cerrada su propuesta licitadora), y desde hace meses sigue casi a diario la situación que vive la mutualidad. "Se ha hablado mucho de la crisis de Muface y nosotros hemos quedado apartados", reitera el también portavoz de la Asociación Unificada de Militares Españoles (Aume) a este periódico horas después de conocer que la licitación de Isfas ya tiene cerrada su propuesta licitadora. 

- ¿Cómo les ha afectado la crisis de Muface?
- Ha provocado miedo, temor a que siguiésemos sus pasos. 

"Cuando empezó todo, las tres mutualidades, Muface, Mugeju e Isfas estábamos en el mismo saco", explica Unibaso. Fue entonces, cuando todo estalló, cuando este militar cuenta que dieron comienzo las primeras dudas. Es por ello que hace referencia a una de las citas más recurridas del refranero español, y que ya entonces empezó a pasar por su mente: "Cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar". 

Una situación similar han vivido también los mutualistas de Mugeju, la mutualidad judicial, que ya ha alcanzado su licitación y está a la espera de formalización. Adriano Moreno (Málaga, 55 años) es uno de los funcionarios que pertenece a este concierto sanitario y que, al igual que Unibaso, ha seguido la crisis de Muface desde sus inicios. "Al final, lo que le pase al 'hermano mayor' nos va a afectar a todos. Queramos o no".

"En España el mutualismo administrativo está muy arraigado", explica este funcionario. En su opinión, el hecho de que su mutualidad haya salido victoriosa se debe a que "la cartera de mutualistas tanto de Isfas como de Mugeju está mejor dimensionada que la de Muface". 

De hecho, el concierto sanitario de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil cuenta con una cartera de más de medio millón de personas (entre titulares y beneficiarios), según los últimos datos aportados por la Dirección del concierto a Redacción Médica. Por su parte, el de Mugeju cuenta con un total de 92.000 adscritos. Entre todos suman poco más de medio millón de personas, por debajo de las 1,53 millones que comprenden Muface. 

"Entendemos que se haya dado tanta importancia a Muface. Al final es la mutualidad más grande. Y su media de edad es más elevada", reitera Moreno. Y nada más lejos de la realidad. La edad media de este concierto sanitario se sitúa por encima de los 60 años, mientras que las de Isfas y Mugeju están por debajo, tal y como se recoge en sus memorias. 

Ahora su futuro está claro. Los mutualistas de Mugeju contarán con la asistencia sanitaria de Adeslas, Nueva Mutua Sanitaria y Asisa y los de Isfas tendrán a Adeslas y a Asisa. Todo tal y como ya adelantó este periódico en noviembre.

La crisis de Mugeju e Isfas

El 5 de noviembre también supuso una fecha clave para Mugeju y para Isfas. Fue entonces cuando Asisa, Adeslas y DKV dejaron desierto el proceso de licitación de Muface. El mutualismo empezaba a escribir una nueva página en su historia. 

Quedaban tres días para que los procesos de licitación de Mugeju e Isfas se cerrasen. ¿Pasaría lo mismo? ¿Se echarían atrás las aseguradoras? Esas fueron algunas de las preguntas que asaltaron a los funcionarios de estos conciertos sanitarios. Y la crisis les arrolló. 

Ese viernes 8 de noviembre Mugeju perdió a dos aseguradoras. Sanitas y DKV anunciaron que abandonaban el modelo. El lunes siguiente, antes de la apertura de sobres de la presentación de la licitación, Mapfre también confió que había rechazado seguir. Así, Mugeju acabó perdiendo a la mitad de sus aseguradoras por la "infrafinanciación económica" del concierto. Lo mismo que dijeron el resto de compañías al declarar su 'no' a Muface. 

Por entonces ya se conocían los cambios que habían sufrido tanto Mugeju como Isfas (que salió, en ese momento, ilesa). Sus contratos habían disminuido de tres a dos años. Y sus cuantías presupuestarias habían aumentado. Por un lado, la mutualidad judicial dispone de casi 175 millones de euros, mientras que Isfas tiene 1.376 millones.

Pero llegó la tempestad. El 22 de noviembre el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (Tacrc) suspendió ambas licitaciones por un recurso que se había presentado contra los dos procesos. 

Sin embargo, esto no hizo más que dilatarlos. A finales de diciembre el Tacrc desestimó dicho recurso e Isfas y Mugeju tenían vía libre. Así, este martes se conoció el veredicto: Mugeju tenía la licitación adjudicada a falta de formalización e Isfas ya tenía su propuesta licitadora a falta de adjudicación. Los 'hermanos' de Muface salieron victoriosos. 

Ahora queda saber qué sucederá con Muface, la mutualidad que aglutina a 1,53 millones de personas (entre titulares y beneficiarios). La crisis sin precedentes que vive el concierto sanitario desde octubre puede acabar este 15 de enero, cuando Asisa y DKV (Adeslas ya ha abandonado la ecuación) decidirán si se presentan a la nueva licitación. Es entonces cuando se escribirá un nuevo capítulo del mutualismo administrativo.