Hay consenso. Las tres organizaciones colegiales de las profesiones sanitarias están de acuerdo: no es necesario que el ministro de Sanidad sea uno de los suyos. Ante la reunión de este jueves entre Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera, la Organización Médica Colegial (OMC), ni el Consejo General de Enfermería (CGE), ni tampoco el Consejo General de Farmacéuticos (CGF) reclaman que el próximo titular de la cartera para los próximos cuatro años sea un profesional sanitario.
“La experiencia en la administración, como tienen algunas personas de Ciudadanos y PSOE, puede ser positivo, pero no fundamental”, indica Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC”, que prefiere no decantarse por partidos ni por nombres: “La decisión de qué partido lleva el Ministerio es de los ciudadanos y nosotros trabajaremos con cualquier persona que esté allí”.
El Consejo General de Enfermería, por su parte, también comparte que la profesión sanitaria no es condición ‘sine qua non’ para ser el responsable de la política sanitaria española. “El ministro de Agricultura no tiene que ser un agricultor. En el caso del de Sanidad, ocurre lo mismo”, indica José Luis Cobos, portavoz del órgano y director del Observatorio Enfermero, aunque también reconoce que “si es del ámbito sanitario tendrá mucho camino recorrido”.
Una opinión similar tiene Jesús Aguilar, presidente de los farmacéuticos, quien lo único que pide para el futuro ministro es “sentido común, sensibilidad y capacidad de diálogo”, y apunta: “Las personas y sus capacidades no tienen por qué tener que ver o provenir de profesiones o sectores concretos para tener estas cualidades”.
De hecho, un buen ejemplo para Aguilar de este tipo de perfil son los casos de Trinidad Jiménez o Alfonso Alonso. Sobre este último, Garrote reconoce que “tampoco se puede decir que lo hiciera mal”, y se explica: “Venía de un mundo totalmente distinto al de la sanidad y supo delegar en sus directores generales”.
Indiferencia respecto a la formación
Asimismo, dado que tanto PSOE como Podemos y Ciudadanos contienen en sus programas medidas para impulsar la actividad de la botica, a Aguilar le es indiferente qué formación se quede con el departamento, “con tal de que cumpla promesas y compromisos para la oficina de farmacia”.
Similar visión tiene Cobos, quien asegura que estas formaciones han tenido gran “sensibilidad” hacia la enfermería y sus reclamaciones, tanto a las correspondientes al real decreto de prescripción como a las que tienen que ver con nuevos roles y competencias en el Sistema Nacional de Salud. Eso sí: de ninguna manera quieren los enfermeros que el Partido Popular vuelva a hacerse con el ministerio.
CESM sí quiere un médico
Por parte de la Confederación Española de Sindicatos Médicos, Francisco Miralles, su secretario general, prefiere no mojarse: “No queremos que nos encasillen”. No obstante sí da algunas pistas sobre el perfil de persona que prefiere: “Tenemos la preferencia de que sea un médico y que conozca el Sistema Nacional de Salud y defensor de una sanidad pública y bien financiada”.
Lo que sí ha defendido Miralles, independientemente de quién sea el ministro, es que sea una persona que “garantice una cartera básica para la ciudadanía con una financiación apropiada”. Ha puntualizado que “hay quien defienden una sanidad pública, pero ofrece una financiación muy por debajo de la que hay y eso no es posible: hay que acercarse al presupuesto que Europa dedica a sus sistemas nacionales de salud”.
Aunque no ha querido decantarse por ningún nombre en concreto, sí ha valorado positivamente la etapa de José Martínez Olmos al frente de la Secretaría General de Sanidad. “Con alguna discrepancia, pero es del tipo de perfil que nosotros reclamamos”.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.