Los médicos antivacunas podrán quedar suspendidos del ejercicio profesional. Al menos, en Italia, donde La Federación Nacional de los Colegios de Médicos Cirujanos y Odontólogos (Fnomceo) ha firmado unánimemente un documento donde establece su apoyo al uso de las vacunas y promete castigar con sanciones disciplinarias ejemplares, como retirar las licencias de trabajo, a los médicos que recomienden evitar esta práctica a sus pacientes.
La Fnomceo argumenta que “la recomendación de no vacunar constituye una infracción deontológica”. Sin embargo, hizo la excepción en aquellos casos particulares donde están presentes “situaciones de inmunodeficiencia”. La medida, que es pionera en el país, busca poner freno a la nueva tendencia registrada en las familias italianas de negarse a la vacunación de los niños, por lo que aumentan el riesgo de que padezcan enfermedades graves.
Luigi Conte, secretario de Fnomceo, ha sido tajante: “nosotros haremos lo que está en nuestras manos. Durante los últimos días se han puesto en marcha procedimientos disciplinarios en contra de algunos médicos que han desaconsejado la vacunación a sus pacientes”. La noticia ha sido aplaudida por la ministra de Sanidad, Beatrice Lorenzin, quien en los últimos meses también ha demostrado su desacuerdo con el movimiento de los antivacunas e, incluso, ha emprendido campañas en su contra.
En la lucha contra el movimiento antivacunas, Conte ha solicitado el apoyo del poder judicial y de los medios de comunicación, a quienes ha pedido un mayor compromiso para evitar el fomento de estas tendencias y de “conductas contrarias al bienestar de la sociedad”. En este sentido, ha recordado que sólo siete de las 12 vacunas recomendadas han evitado más de 33.000 muertes y 14 millones de casos de enfermedad para cada generación de recién nacidos. Además, ha recordado el importante ahorro que esta medida representa para el sistema nacional de salud.
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