La
circulación de
bacterias multirresistentes en los
hospitales es un problema de salud pública que se ha llegado a
acrecentar debido a la
pandemia por coronavirus, elevando las
infecciones nosocomiales. Las
medidas de control para prevenir la propagación de
enfermedades en centros de salud han sido clave a la hora de reducir la
propagación de contagios hospitalarios ligados a r
esistencia a los antibióticos, tal y como afirma un estudio publicado en la revista
Biorxiv, que no ha sido revisado por pares. Así pues, los investigadores defienden que la carga de resistencia a los antibióticos se
reduce en las instalaciones con una
implementación más oportuna y efectiva de las medidas de control de coronavirus. De esta manera, en un futuro se podrían llegar a fomentar planes de preparación para
pandemias más eficaces dentro de los
sistemas sanitarios.
A través una simulación, los investigadores afirman que
un aumento de contagios de coronavirus va ligado a mayores tasas de resistencia a los antibióticos, especialmente en ausencia de medidas de control. La investigación considera que el
abandono de programas de administración de antibióticos y desorganización de la atención al paciente han favorecido a la propagación de bacterias resistentes. Por el contrario, las políticas de control de coronavirus como el
confinamiento de pacientes fueron efectivas para la prevención de la colonización bacteriana.
Dichas políticas funcionan no solo directamente previniendo la
transmisión bacteriana, sino que también limitando los
aumentos repentinos de
casos de coronavirus. Estos hallazgos ponen de relieve que limitar la proliferación de la resistencia a los antibióticos es un importante beneficio colateral del contagio hospitalario de coronavirus. Esta información sugiere que varias otras estrategias de salud pública efectivas para la prevención de la transmisión del SARS-CoV-2 en entornos de atención médica, incluida la
vacunación, pueden ayudar aún más a aliviar la propagación de la resistencia a los antibióticos.
Los hallazgos también demuestran que una
mejor preparación para una pandemia puede servir para
limitar la selección de bacterias resistentes a los antibióticos. Las simulaciones adaptadas a un contexto pandémico temprano encontraron que los pacientes en
centros de atención médica mejor organizados (aquellos que promulgan políticas de control de Covid-19 de forma más temprana) tenían
menos probabilidades de adquirir
colonización bacteriana y experimentaron tasas más bajas de resistencia que los pacientes en instalaciones sobrepasadas por el coronavirus.
Cambio radical de la Sanidad para afrontar las pandemias
El rápido
crecimiento global del coronavirus y su crisis asociada a los sistemas sanitarios en el año 2020 demostró, según el estudio, una
capacidad insuficiente para detectar y contener
nuevos patógenos con potencial pandémico. Esta realidad ha permitido, tal y como afirman las conclusiones de la investigación, un cambio transformador y una
inversión global para afrontar mejor las pandemias.
El estudio concluye que mitigar la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos debe considerarse como un beneficio colateral de
iniciativas de preparación para pandemias, con implicaciones para un óptimo financiamiento y diseño.
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