El Covid-19 ha supuesto un ‘terremoto’ hasta ahora desconocido en la sanidad española. Los efectos de la pandemia han puesto a prueba la idea de fortaleza del sistema sanitario español hasta el punto de llegar a ponerla en duda. En ese contexto se encuadra el documento
‘Por un Hispa-Nice: ahora o nunca’, en el que unos 300 expertos abogan por la creación de un
organismo independiente al estilo del NICE británico o la propia Airef en España, dedicado a “evaluar las prestaciones sanitarias” del SNS.
El manifiesto comienza destacando las
“diversas debilidades” evidenciadas por la sanidad española con la llegada del coronavirus. En ese sentido, destaca las relacionadas con “la arbitrariedad en la toma de decisiones sobre la provisión y financiación de medicamentos, pruebas diagnósticas, programas o intervenciones sanitarias, sobre la creación de algunas infraestructuras sanitarias y sobre el establecimiento de prioridades en políticas de salud de amplio espectro”.
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“Todos los sistema de salud enfrentan la necesidad de
valorar objetivamente la efectividad, seguridad y costes de las tecnologías, medicamentos e intervenciones sanitarias”, señala el documento. De este modo, afirma que “la evaluación de la relación coste-efectividad debería estar en la base de su incorporación a la cartera de prestaciones y servicios del SNS, así como del precio que el SNS habría de pagar por tales prestaciones y servicios”.
En un entorno como el descrito, los firmantes destacan la necesidad de sumarse al movimiento consistente en la creación de una agencia específica e independiente en materia sanitaria, cada vez más extendido en Europa y otros países occidentales. “Estamos convencidos de que el SNS necesita imperiosamente una institución de
evaluación de las prestaciones sanitarias, incluyendo la evaluación económica y su impacto presupuestario, y de que la financiación del programa Next Generation EU supone una oportunidad irrepetible para su creación”.
Una Airef de la sanidad española
Más allá del NICE, el manifiesto encuentra un modelo a seguir en España, el de la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Estaríamos, en definitiva, ante “una Autoridad Independiente de Evaluación de Prácticas y Políticas Sanitarias que, desde el análisis de la evidencia científica disponible en cada momento, determine si los beneficios sanitarios y sociales de una intervención en salud valen lo que cuestan”.
“La creación de este organismo es ineludible para garantizar que las recomendaciones sobre cartera de servicios y sobre intervenciones sanitarias estén basadas en la mejor evidencia científica disponible y en valores sociales consensuados”, explica el documento antes de añadir que “una vez realizada la evaluación, correspondería a los gobernantes hacer lo propuesto y, si no, explicar las razones”.
Una Autoridad Independiente de Evaluación de Prácticas y Políticas Sanitarias “completaría la valoración de eficacia y seguridad que realizan otras instituciones, como las actualmente desarrolladas por la Agencia Española del Medicamento y Productos sanitarios (Aemps)”, indican los especialistas. En ese sentido, destacan que su creación “exhibiría rigor y compromiso por parte de las autoridades sanitarias para la mejor definición y gestión de las prestaciones sanitarias, en consonancia con el trabajo de evaluación desarrollado por la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud”.
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