El
Estado Islámico (ISIS) en su cruzada por destruir a Occidente no para de idear nuevas y siniestras formas de
terrorismo. Tras el llamamiento a utilizar camiones, cuchillos y cualquier cosa al alcance para cometer atentados, ahora pide a sus seguidores que realicen ataques mediante la
técnica del incendio provocado (conocida en inglés como
"arson attacks"). Uno de los objetivos que señala el ISIS son los hospitales,
según recoge La Razón.
El periódico se hace eco del llamamiento aparecido en la revista
Rumiyah, órgano de propaganda del ISIS en el que pide que se provoquen incendios "en casas y edificios de apartamentos, urbanizaciones, zonas forestales o residenciales, fábricas de automóviles, tiendas de muebles y de ropa, gasolineras, hospitales, bares, discotecas, clubes nocturnos, bancos, escuelas, universidades, iglesias…". Según apunta la propia revista, "las opciones son amplias y no hay excusa para el retraso".
El ISIS considera que este tipo de acciones "han desempeñado un papel importante en la
guerra moderna y de guerrillas". La revista explica que estos atentados son sencillos de cometer: "Todo lo que requiere el
muyahidín (combatiente) es disponer de material inflamable, buscar el objetivo y determinar la mejor hora para ejecutarlo".
Para que el ataque sea efectivo, el ISIS aconseja que se elijan momentos "en los que haya menor movimiento, desde la última parte de la noche hasta las primeras horas de la mañana, cuando la gente duerme". Además, "se debe estudiar el objetivo e identificar las salidas".
Un artículo de
Homeland Security que cita el mismo número de la revista de propaganda de ISIS señala que "ya que muchos elementos inflamables son parte de la vida cotidiana, los atentados incendiarios son extremadamente difíciles de prevenir". De hecho, puntualiza que "no hace falta más que un bidón grande de gasolina para un ataque exitoso". Un material inflamable que "puede ser adquirido en cualquier gasolinera sin despertar sospechas".
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