Este médico me ha querido operar sin apenas verme, este otro especialista no me atiende correctamente, otro no me ha avisado de los posibles efectos secundarios del tratamiento… Las
quejas contra los médicos por parte de los pacientes son considerables y afectan emocionalmente a los facultativos, que pueden tener altos niveles de
estrés, ansiedad e incluso pensamientos suicidas, según un estudio realizado por investigadores del
Imperial College de Londres.
El mismo informe asegura que la mayoría de los médicos encuestados indicó que
la parte más estresante de la queja es la forma en que se procesan y creen que hay una predisposición a dar la razón al paciente. Además, un cuarto de los mismos ha cambiado su comportamiento profesional después de la reclamación hasta el punto de cambiar un tratamiento para evitar conflictos. Y ahí queda la cifra: un 10 por ciento de los médicos de Reino Unido que recibieron quejas ha considerado cambiar de profesión.
El proceso de admisión de quejas de un hospital debería ser más
trasparente y, además, ayudar a que los médicos reciban un apoyo emocional cuando esto ocurre, de acuerdo a los autores del estudio.
Además, entre 2007 y 2012, las quejas de pacientes se
duplicaron. Tom Bourne, uno de los responsables del informe, ha explicado que los pacientes tienen derecho a presentar sus quejas, pero éstas
deben ser debidamente investigadas. En este sentido, las reclamaciones fueron en su mayoría manejadas internamente por las clínicas y hospitales, pero en algunos casos fueron presentadas directamente al
Consejo Médico General del Reino Unido, órgano que tiene la capacidad de suspender a los acusados. Alrededor de 80 médicos al año son suspendidos o borrados del registro médico a través de este sistema.
El estudio revela que el manifiesto descontento fue plasmado por los pacientes, pero también por otros médicos. El estudio se basa en una encuesta planteada a más de siete mil médicos que recibieron o están en proceso de recibir una queja en el Reino Unido.
Los médicos, los más proclives al suicidio
Otro estudio, esta vez centrado en Estados Unidos, revela que
los sanitarios son los profesionales más proclives a cometer suicidio. El informe 'Depresión y suicidio’, liderado por Louise B. Andrew, jefa de edición del
Medline. En total, se estima que unos 400 médicos se quitan la vida cada año en este país, lo que equivale a “toda una facultad de Medicina”.
La tasa de suicidio supera a otra profesiones, como fuerzas policiales, militares y abogados o profesionales judiciales, quienes están entre los grupos más afectados. El origen hay que buscarlo en este caso en los efectos del estrés diario como por la baja disposición a enfrentar abiertamente su depresión por considerar que podría generar una serie de estigmas que perjudicasen su trayectoria profesional.
Entre los médicos, los especialistas que han registrado una mayor prevalencia de cometer suicidio son los psiquiatras, otorrinolaringólogos, cirujanos, anestesistas y dentistas.
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