En las facultades vinculadas a las
Ciencias de la Salud, las mujeres
cobran de media un 15 por ciento menos que sus compañeros. Una tasa que en el conjunto de la Universidad española solo superan las ramas de Ciencias (19 por ciento) y Humanidades (16) y que viene arrastrada especialmente por los complementos salariales.
Así se desprende del
informe sobre la brecha salarial en las universidades españoles elaborado por el Ministerio de Universidades, que apunta a que los complementos más vinculados a la antigüedad como
los trienios y los quinquenios, así como las ramas de Ciencias, Ciencias de la Salud y Humanidades son las que presentan diferencias más altas.
“La rama de Ciencias de la Salud es la que más destaca por poseer
puntuaciones de BSG (brecha salarial de género) muy altas en todos los complementos excepto en los formativos, que, cabe decir, tampoco podemos considerar representativo por la notable falta de datos en todos los casos de todas las ramas. No obstante, excepto en Arquitectura e Ingeniería, el conjunto de las ramas presenta en general
valores notablemente elevados en los complementos que componen el salario del PDI”, concluye el estudio, que ha contado con la colaboración de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).
Mayoría de mujeres en Ciencias de Salud
Paradójicamente, la de Ciencias de la Salud es una de las ramas más feminizadas: el citado informe indica que en el 60 por ciento de las universidades
ellas son mayoría, mientras que en el 25 por ciento de los casos “dicha mayoría representa un porcentaje igual o superior al 55 por ciento de mujeres con respecto a los hombres”.
Eso sí, la
figura de catedrático aglutina la mayoría de los hombres (70,7 por ciento) junto con la de
emérito (88,1 por ciento). Los titulares también son mayoritariamente profesores, pero en menor proporción (51,6 por ciento frente a 48,4 de mujeres). Para el resto de categorías, las mujeres son más numerosas.
La brecha el conjunto del sistema universitario tiene un
valor medio de un 10,9 por ciento, "procediendo el grueso de la misma, fundamentalmente, de los complementos salariales, donde alcanza el 16,9 por ciento". "Es importante destacar que los complementos constituyen la forma a través de la cual se retribuyen los méritos investigadores y de participación en proyectos o actividades de investigación, formación o gestión. Y son estos complementos los que suponen el mecanismo a través del cual se configura la discriminación salarial entre hombres y mujeres, según el estudio realizado", apunta.
En su estudio, Universidades incide en que los datos “refuerzan la idea de que los
mecanismos de discriminación salarial operan independientemente de la mayor presencia de las mujeres” con respecto a los hombres en determinadas ramas de conocimiento.
“Esto indica la necesidad de eliminar los obstáculos que
dificultan la acumulación de méritos investigadores y docentes reconocidos en la carrera profesional”, defiende.
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