El gabinete de
Pedro Sánchez se ha anticipado a los actos del
8M con un
plan de feminización sin precedentes que afecta de forma directa a la organización de los colegios oficiales de Medicina, Enfermería y Farmacia. El Gobierno hará de la paridad un imperativo, de forma que la cúpula de estas organizaciones deberá contar, al menos, con un
40 por ciento de mujeres. La estrategia, que ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros, forzará a más de la mitad de los colegios de facultativos españoles a
reajustar sus respectivos órganos de dirección, según los datos recabados por
Redacción Médica, que constatan además la escasez de representación de mujeres en los puestos presidenciales.
A lo largo de las últimas décadas, la
incorporación de las mujeres a los órganos de dirección de los colegios profesionales evolucionaba de forma constante pero lenta. Con esta Ley Orgánica de
Representación Paritaria de Mujeres y Hombres, el Ejecutivo trata ahora de establecer ‘listas cremallera’ (candidaturas integradas por personas de uno y otro sexo ordenadas de forma alternativa) que acabe de forma tajante con la infrarrepresentación de las mujeres en las altas esferas directivas.
La puesta en marcha de la estrategia obligará a la mayor parte de los colegios profesionales españoles a reajustar sus Juntas de Gobierno. Hay excepciones evidentes, como la de
Cantabria, cuyo colegio médico es de los pocos que ‘presume’ de contar con más mujeres (9) que varones (5) en su órgano de dirección. A escala más pequeña, el colegio provincial más destacado es el de Teruel, que presenta una proporción de
83-17 por ciento en favor de las mujeres. También se alcanza la paridad en el
Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (tres hombres y tres mujeres).
De los diez Consejos de Colegios de Médicos que hay en España, ninguno está presidido por una mujer
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El grueso, no obstante, ‘suspende’ en materia de paridad según los estándares decretados por el Ejecutivo central. En algunos órganos de dirección, como el de
Castilla y León, la tasa de feminización de la cúpula del Consejo de Médicos se sitúa en el 12,5 por ciento (2 mujeres de 16), solo un poco por debajo de
Navarra (13,3 por ciento).
La gran deuda pendiente sigue siendo, no obstante, la incorporación de las mujeres en el escalafón más alto del organigrama de los colegios médicos españoles. En la actualidad,
ocho colegios cuentan con una presidenta: Castellón (Eva Suárez), Ciudad Real (Concepción Villafánez), Córdoba (María del Carmen Arias), Guipúzcoa (Carmen Solórzano), La Rioja (Inmaculada Martínez), Ourense (Pilar Garzón), Toledo (Natividad Laín) y Valencia (Mercedes Hurtado). Sin embargo, de las 17 comunidades autónomas, siete gozan de un consejo de médicos donde se engloban todos los colegios oficiales. De estos, (Galicia, País Vasco, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y Canarias)
ninguno está presidido por una mujer.
Lo cierto es que esa representación femenina en los órganos directivos es ínfima en comparación con el peso que ostentan en el conjunto del sistema sanitario. Según datos de Facme, hasta el
61 por ciento de los profesionales de Medicina son mujeres, si bien
menos del 30 por cierto ostenta altos cargos.
Mayor paridad en Consejos de Enfermería y Farmacia
También es predominante la figura del varón en las presidencias de los colegios oficiales de
Enfermería, donde sin embargo la proporción entre hombres y mujeres es significativamente distinta a la de sus ‘colegas’ de Medicina. La información recopilada por este diario determina que las representantes femeninas predominan en la mayor parte de los consejos de gobierno de las organizaciones enfermeras.
En el caso de
Navarra, de hecho, todos y cada uno de los directivos del colegio enfermero son mujeres. También lo son el 88 por ciento de los representantes del organismo de Madrid, el 83 por ciento de los de Cantabria y el 75 por ciento de los de Cataluña, Asturias y Baleares. Unas cifras que se encuentran muy alejadas de la realidad de los consejos médicos.
Aunque en menor grado, también tienen las mujeres un papel significativo en los órganos de dirección de la
Farmacia española, otro de los sectores más feminizados de España. Hay altibajos, pues en algunos colegios apenas el 30 por ciento de los directivos no son hombres, como es el caso de
Castilla-La Mancha (28 por ciento). En Andalucía, solo 1 de los 16 miembros del Consejo lo son, lo que forzará a realizar un importante reajuste para cumplir con la nueva normativa.
En el otro extremo se encuentra el colegio de
Teruel, donde hasta el
75 por ciento de los directivos son mujeres, mientras que en Navarra la tasa se sitúa en el 62 por ciento. También el Consejo General de Farmacia de España cumple la cuota, con tres varones y cuatro mujeres en el mayor órgano directivo.
Las auditorías de la nueva ley de paridad
Aunque la medida fue anunciada por el presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, durante el fin de semana, el anteproyecto de ley no se ha aprobado en el
Consejo de Ministros hasta la reunión de este martes. La cita ha permitido además fijar la letra pequeña sobre las medidas para garantizar que
los colegios profesionales de la sanidad cumplan con el umbral del 40 por ciento de feminización en sus cúpulas. Todos estarán obligados a hacer públicos sus
organigramas de dirección en sus memorias anuales.
El texto ha concedido a las instituciones un margen hasta el 30 de junio del 2026 para adaptarse a los nuevos cambios, aunque contempla cierta flexibilidad en su puesta en marcha. “En caso de no alcanzar el porcentaje establecido,
deberán aclarar los motivos y las medidas adoptadas para alcanzarlo”, reza el anteproyecto acordado por el Ejecutivo.
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La nueva ley también obligará a aplicar este umbral mínimo en los
consejos de administración de las empresas cotizadas que operan en España, donde la representación femenina es de apenas
29,3 por ciento (356 mujeres de un total de 1.220 asientos en las cúpulas directivas empresariales). Algo que podría terminar incidienco incluso en los nuevos procesos de selección para garantizar que el porcentaje crezca hasta el límite establecido. Los jurados profesionales o las
listas electorales de los partidos políticos son otros de los focos sobre los que operará la normativa.
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