Marta Fernández.
Los dos partidos llamados a entenderse para formar un nuevo gobierno en Cataluña, Junts pel Sí (JxS) y CUP, han llegado a un preacuerdo este martes para intentar conformar un nuevo parlamento. En este preacuerdo figuran numerosas medidas sanitarias que se tendrán que cumplir para desbloquear la investidura de Artur Mas.
Raül Romeva en rueda de prensa en el Parlamento de Cataluña.
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Raül Romeva, cabeza de lista de JxS en las pasadas elecciones del 27 de septiembre, ha comparecido en rueda de prensa para informar de que ambas formaciones han “trabajado conjuntamente para llegar a este acuerdo”. Romeva ha señalado que en el documento se puede encontrar “un aspecto muy necesario y relevante”, un plan de choque de 270 millones de euros que incluye un desglose para numerosas partidas sanitarias.
En materia de Sanidad, el documento empieza de una manera explícita: “el futuro gobierno de Cataluña garantizará el acceso universal a la atención sanitaria pública de calidad, a través del Servicio Catalán de Salud, CatSalut”. Asimismo, el propio Romeva ha señalado que “en la gestión no se procederá de manera privada en ningún ámbito. Es una decisión cerrada”, ha recalcado.
De un modo más práctico, JxS ha informado de que todos los catalanes tendrán una tarjeta sanitaria de servicios, “aunque cualquier ciudadano podrá ser beneficiario del sistema esté empadronado o no”.
Reducción de listas de espera
Otro de los temas de mayor calado en el documento es el que hace referencia a la reducción de listas de espera. Así, se asegura que en el futuro gobierno de Cataluña habrá una reducción del 50 por ciento de los tiempos de espera de primera visita al especialista y pruebas diagnósticas, así como una reducción del 10 por ciento de las listas de espera quirúrgicas. Además, en el escrito se recogen los costes de la medida: 13 millones de euros para reducir la espera en visitas al especialista, 8 millones de euros para las pruebas complementarias, y 74 millones de euros al año para reducir las listas de intervenciones quirúrgicas.
La posible coalición de gobierno también refleja la reapertura de los CAP durante 24 horas y todos los días del año, garantiza el acceso a los medicamentos que sean necesarios a los enfermos de hepatitis C así como a “todas las personas, con independencia de su situación administrativa, con los criterios de gratuidad y de reducción de porcentaje de aportación”.
También asegura que se revisará la entrada de capital privado al Consorcio Sanitario de Lleida, “que deberá ser cien por cien público”. El modelo de gestión sanitaria es un aspecto importante en el que chocaban ambos partidos. La CUP ya ha mostrado en contadas ocasiones su claro rechazo a la privatización. Si bien solicitaba la retirada “definitiva” de los proyectos de privatización del Consorcio Sanitario de Lleida, los planes funcionales de Tarragona y el Valle del Penedés, además del proyecto de CIMS de Girona.
Ahora, y haciendo un análisis del documento del preacuerdo, se puede deducir que JxS ha cedido ante la mayoría de pretensiones sanitarias que le imponía la CUP para apoyar la investidura de Artur Mas. Sin embargo, la batalla no está ni mucho menos acabada ya que la formación liderada por Antonio Baños aún tiene que pactar con sus bases este preacuerdo en una asamblea el próximo domingo. De ello dependerá que se forme gobierno en Cataluña o que se repitan las elecciones y, por lo pronto, las promesas sanitarias.
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