Una
vacuna capaz de aportar protección contra cualquier variante del SARS-CoV-2 y otros tipos de coronavirus. Esta es la premisa con la que el departamento de enfermedades infecciosas del instituto de investigación del ejército norteamericano
Walter Reed empezó a trabajar hace dos años en el desarrollo de una
‘supervacuna’ que está cerca de convertirse en una realidad.
La vacuna, conocida como
Spike Ferritin Nanoparticle (SpFN) -en español, nanopartículas de ferritina de la espícula-, ha presentado d
atos positivos en los ensayos realizados en primates y su testeo
preliminar en humanos también han mostrado una
protección contra todas las variantes del Covid-19, incluida Ómicron. Ahora, el fármaco deberá someterse a ensayos de fase II y III antes de pedir su aprobación de uso.
Esta ‘supervacuna’ utiliza un
método parecido a la de Novavax, recientemente aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). A través de varios componentes genéticos del virus busca estimular una respuesta de las células inmunitarias para que creen
linfocitos T que ataquen a las células susceptibles de sufrir una infección.
Sin embargo, su puerta de entrada a la proteína de pico Spike emplea un método pionero. Según detallan los investigadores en su ensayo en primates publicado en la revista
Science, su vacuna SpFN con picos de SARS-CoV-2 con adyuvante- una sustancia que ayuda a modular la respuesta inmunitaria- utiliza como vehículo
nanopartículas de otra proteína, la ferritina. La ventaja clave de este vehículo en forma de balón de fútbol con 24 caras es que permite a los científicos
unir los picos de múltiples cepas de coronavirus en diferentes caras de la proteína.
“Seleccionamos esta proteína almacenadora de hierro porque
su estructura era propicia para adherir las proteínas S y por haberse comprobado en otros ensayos que es una
buena plataforma para vacunas contra virus con distintas cepas como el de la gripe”, detallan los investigadores, quienes creen que gracias a la presencia de proteínas S de diferentes cepas, se conseguirá que la respuesta inmunitaria sea amplia.
Resultados preliminares en humanos de SpFN
Tras los exitosos resultados en primates, los investigadores realizaron un
estudio de fase 1 en humanos que ha concluido este mes de diciembre y, según relatan los autores en Defense One, los resultados preliminares muestran
“potentes respuestas inmunes” que eliminaron de forma rápida el covid haciendo que se dejase de replicar tanto en las vías respiratorias superiores como inferiores.
"Queremos esperar a que esos datos clínicos puedan hacer los anuncios públicos completos, pero hasta ahora
todo ha ido exactamente como esperábamos. Es muy emocionante llegar a este punto para todo nuestro equipo y creo que también para todo el Ejército", asegura Kayvon Modjarrad, director de la rama de enfermedades infecciosas de Walter Reed
Los datos que esperaban contrastar eran los obtenidos en los resultados del ensayo previo en primates: “La vacuna SpFN de dosis alta (50 μg),
administrada dos veces con 28 días de diferencia, indujo una r
espuesta auxiliar de linfocitos T CD4 con sesgo Th1 y provocó a
nticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 de tipo salvaje y sus variantes de interés, así como contra el SARS-CoV-1, el causante del síndrome respiratorio agudo grave que afectó al sudeste asiático en 2003”, detallan los científicos norteamericanos.
¿Cuándo se realizarán más ensayos de la vacuna SpFN?
Los científicos han tardado más de lo esperado en completar la fase I debido a que el laboratorio necesitaba encontrar sujetos que no habían sido vacunados ni infectados previamente con covid. “El aumento de las tasas de vacunación y la rápida propagación de las variantes Delta y Ómicron lo dificultaron. Con Ómicron, no hay forma de escapar de este virus. No podrás evitarlo. Así que creo que muy pronto todo el mundo estará vacunado o se habrá infectado”, asegura Modjarrad.
Sin embargo, estos problemas ya no afectarán al resto del desarrollo del candidato a vacuna, ya que el siguiente paso es
averiguar cómo la nueva vacuna contra el “pan-coronavirus” interactúa con las personas que fueron vacunadas o enfermas anteriormente. Para llegar a cabo un estudio más amplio, Walter Reed está trabajando con un socio de la industria aún por nombrar.
“Necesitamos e
valuarlo en el entorno del mundo real y tratar de entender cómo funciona la vacuna en un número mucho mayor de personas que ya han sido vacunadas con otro fármaco inicialmente o que ya han estado enfermas”, explica Modjarrad.
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